miércoles, 20 de febrero de 2008

Una loca república alterada

Escribe Lope en uno de los sonetos de sus Rimas sacras:
Entro en mí mismo para verme, y dentro
hallo, ¡ay de mí!, con la razón postrada
una loca república alterada,
tanto que apenas los umbrales entro.

Cuántas mañanas hemos entreabierto la puerta, o descorrido un poco los visillos, y hemos visto precisamente eso que señala Lope, "una loca república alterada", y hemos cerrado la puerta rápidamente, sin atrevernos a entrar, y hemos preferido abrir la otra, la que da a esa otra alterada república, la de fuera. Más entretenida, desde luego.

9 comentarios:

  1. A la reflexión se suma también Quevedo: "Y no hallé cosa en que poner los ojos..."

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  2. ¡Bien, bien, citando al gran Lope!

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  3. Anónimo12:16 p. m.

    Es verdad. Y a veces, más que alterada, con serias amenazas de insurrección. Es mucho mejor cerrar la puerta y esperar a que la cosa se calme, no sea que entre uno y se ponga de parte del bando equivocado. Y, en pudiendo, tampoco abrir la otra, lo mejor de todo marcharse al monte.

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  4. Estimado Enrique:

    Me he atrevido a nominarte para recoger un premio.

    Se trata del premio Arte y Pico. Si deseas, puedes pasar por la última entrada de mi blog.

    Enhorabuena, te lo mereces, Saludos cordiales,

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  5. ¿…pero cuántas otras veces hemos decidido (o hemos debido) salir de la puerta y hacer nuestra labor de cada día?...

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  6. Esa "loca república alterada" se halla en nuestro consciente y subconsciente, pero consigue asomar la punta del iceberg frecuentemente.

    De hecho, la noche y sus sueños son su terreno para acampar a sus anchas.

    Saludos

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  7. Noche, fabricadora de embelecos,
    loca, imaginativa, quimerista,
    que muestras al que en ti su bien conquista
    los montes llanos y los mares secos;

    habitadora de cerebros huecos,
    mecánica, filósofa, alquimista,
    encubridora vil, lince sin vista,
    espantadiza de tus mismos ecos:

    la sombra, el miedo, el mal se te atribuya,
    solícita, poeta, enferma, fría,
    manos del bravo y pies del fugitivo.

    Que vele o duerma, media vida es tuya:
    si velo, te lo pago con el día,
    y si duermo, no siento lo que vivo.

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  8. ¡ Embelesada quedo !

    Te rindo honores , Joaquín.

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