LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle

lunes, 23 de diciembre de 2013

FINALIZÓ EL ADVIENTO

El fantasma cuya sombra se asoma de vez en cuando a esta bitácora les desea a todos una feliz Navidad.


martes, 17 de diciembre de 2013

DE LIBROS Y SOMBREROS

Una editorial es una casa de apuestas como otra cualquiera.

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Sorpresa: del libro abierto no se fugan las letras.

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Libros: palabras en conserva.

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El sombrero hongo redondea mucho las ideas del que lo lleva.

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En cambio, del que porta un tirolés esperaríamos que nos dijese algo en alemán.

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Un sombrero de copa encierra, no sé..., algo así como un título nobiliario... o una credencial de prestigitador.

lunes, 9 de diciembre de 2013

MENÉNDEZ PELAYO EN LEOPOLDO ALAS

En varios lugares de su obra crítica se ocupó Leopoldo Alas de Marcelino Menéndez Pelayo. No en vano habían sido condiscípulos en la Central de Madrid. Consta que la relación fue en todo momento cordial y amistosa. Cuando se encontraban, se saludaban dándose un abrazo. En general, Clarín fue reseñando con generosidad y simpatía casi todos los libros de su amigo.

Menos éste. A la Historia de los heterodoxos españoles no pudo por menos de ponerle serios reparos, que dejaban traslucir su disgusto. Y eso que no le regateaba elogios a su amigo, aun en medio de sus inexorables censuras:


"Menéndez Pelayo ha estado irreverente, injusto y ciego hablando de los hombres que en España representan lo poco de ciencia y arte que tenemos; pues bien, yo daré de mano a los sofismas que podrían ayudarme para oscurecer el mérito del crítico ultramonano, y me esforzaré en demostrar que aun en ese estilo ligero, apasionado y sin orden, en que se trata del pensamiento libre en España, prueba que tiene inmenso talento, y confesaré que muchas veces pone el dedo en las llagas que debieran curar los liberales españoles."

O sea, que para Clarín, Menéndez Pelayo no era un ultramontano más, un ultramontano cualquiera, sino uno dotado de "inmenso talento".

Pero no por ello le ahorra al "joven profesor de literatura" los mandobles y estocadas de su agudísimo ingenio:


"Siempre que habla de filosofía se burla de los filósofos no católicos, como si él, además de no tener la caridad que merece el error, tuviese la sabiduría, la ciencia una y eterna, en los armarios de su casa, debajo de llave. No hace como otros que llaman malvados a los filósofos libre-pensadores, atribuyendo sus herejías a pura malicia, no; Menéndez Pelayo más bien cree que los filósofos son tontos, gentecilla que no siguen el catolicismo por falta de seso, por ligereza de cascos. Y así se ríe de ellos, no sin gracia, y no se toma siquiera el trabajo de demostrar por qué los filósofos se equivocan y él no."

Y leyendo ahora estas cosas le asalta a uno un ataque de triple escepticismo. Ante todo, y más que nada, por uno mismo, porque, ¿a quién interesarán estas antiguallas decimonónicas hoy? ¿No se ve uno a sí mismo extraño interesándose por estas cosas? Claro que para vicios raros y querencias extravagantes, hay unas cuantas que son bastante más imaginativas y audaces.

Pero también escepticismo por la polémica en sí. ¿Quién llevaba razón? Hoy es el día en que aún unos dan la razón a uno y otros al otro. Esto, evidentemente, no es una partida de ajedrez, y nadie puede dar jaque mate a nadie.Y si lo da, no importa.

Y en el fondo, escepticismo por lo que disputan: el divertido asunto de si había o no había una filosofía original y nacional en España. Que menuda ocurrencia.

sábado, 7 de diciembre de 2013

PLATÓN DICE

A mi alumno P., para que deje la marihuana.


     Platón dice que el cuerpo es un error.
Pero tú ponte fuerte por si acaso.
     Sé bosque para el verde de unos ojos,
alto lirio en el seño de una virgen
y en un dedo el anillo de Saturno.
     Brota nudoso en busca de la altura.
Aspira a un horizonte de palmeras.
Sé digno de tu barro. Cicatrízalo.
Y, digan lo que digan los filósofos,
levanta a una mujer por la cintura.
     No dejes que se arrugue ese tatuaje
de la Virgen que llevas a la espalda.


JESÚS COTTA, Menos la luna y yo


martes, 3 de diciembre de 2013

VIAJEROS Y TURISTAS

De Arturo Cancela (Buenos Aires, 1892-1957), novelista y periodista hoy olvidado, creo que hasta en su propio país, la Argentina, leo al azar su librito de muy envidiable título, Campanarios y rascacielos, que la solapa del libro presenta como "un herbazal fantástico, una flora viviente, un ramillete encantado, suma absurda y paradójica de poesía, humorismo, realidades y sueños". Y me paro hoy en su artículo "Definición del turismo y del turista": Hace apenas cien años, un viaje era una aventura que se sabía cómo empezaba, pero no como podía terminar. El viajero de hoy, el "turista", sabe de antemano cuándo va a llegar, qué es lo que va a ver, cómo va a ser tratado y cuándo regresará."

Uno está por asentir del todo y pronunciar el amén, pero párrafos más abajo Cancela, algo paradójicamente, se pregunta: "¿Tienen algún valor las impresiones de un turista que no ha hecho más que pasar su vista sobre las gentes y las calles de un pueblo?" Para contestarse que eso depende del turista. "Porque -añade-, con frecuencia, no es la vecindad ni el contacto diario el modo más seguro de llegar a la médula de las cosas", pues -concluye- a veces "el ave peregrina que surca a gran altura el cielo de un país, lo conoce mejor que el campesino doblado toda la vida sobre su pedazo de tierra."

Lo que yo concluyo, por mi parte, es que jamás conseguiremos alcanzar a distinguir al viajero del turista o, quizá, mejor, que el turismo es la forma moderna del viaje.