La bitácora de Enrique Baltanás
Qué conciso y qué bueno...Buenos días, desde Granada.Sete
El verso final es perfecto: "el que fui se marchó sin mi", o sea, se llevó todo o parte de lo que yo no era. Lo triste es cuando se lleva lo que somos, o parte.
Qué bueno. Aunque nunca se van del todo, esos dichosos yoes. Somos una coral diacrónica, pero con director.
¿Se fue o se escondió en algún rincón del ser? Quizás siempre serás lo que sos y fuiste, porque sus acciones fueron las tuyas en algún momento. Te dejo un saludo y una sonrisa!
Aunque a veces vamos sin frenos...Y, sí, Aquamarine, esos yoes anteriores no desaparecen del todo. Saludos.
El segundo verso es lo que hace posible los otros dos, de lo contrario absolutamente nada sabrías de ti.
De ayer ya no soy nada,de hoy apenas recuerdo,mañana pernoctaré sin casa. Uno de la Judería
vete, yo apócrifo, pero...devuélveme el rosario de mi madre...
Excelente soleá, don Enrique.Un saludo
ResponderEliminarQué conciso y qué bueno...
Buenos días, desde Granada.
Sete
El verso final es perfecto: "el que fui se marchó sin mi", o sea, se llevó todo o parte de lo que yo no era.
ResponderEliminarLo triste es cuando se lleva lo que somos, o parte.
Qué bueno. Aunque nunca se van del todo, esos dichosos yoes. Somos una coral diacrónica, pero con director.
ResponderEliminar¿Se fue o se escondió en algún rincón del ser? Quizás siempre serás lo que sos y fuiste, porque sus acciones fueron las tuyas en algún momento.
ResponderEliminarTe dejo un saludo y una sonrisa!
Aunque a veces vamos sin frenos...
ResponderEliminarY, sí, Aquamarine, esos yoes anteriores no desaparecen del todo. Saludos.
El segundo verso es lo que hace posible los otros dos, de lo contrario absolutamente nada sabrías de ti.
ResponderEliminarDe ayer ya no soy nada,
ResponderEliminarde hoy apenas recuerdo,
mañana pernoctaré sin casa.
Uno de la Judería
vete, yo apócrifo, pero...
ResponderEliminardevuélveme el rosario de mi madre...
Excelente soleá, don Enrique.
ResponderEliminarUn saludo