"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."
Sir Arthur Conan Doyle
martes, 27 de noviembre de 2012
LA MEMORIA DE PAPEL
No confìes a tu memoria nada que puedas guardar en el papel. ... Y, sin embargo, esta máxima, ¿es verdadera o falsa? ¿Conviene seguirlao no? ¿O acaso aquí, como en casi todo, en el medio esté la virtud?
No sé bien si la virtud estará en el medio, o más bien hacia alguno de los extremos, y cuáles serían éstos. Sí sé que eso, en las cosas que de veras nos importan, no es cierto. Pongamos un ejemplo literario, menos comprometido que los vitales: de poco sirve a un poeta tener en su casa los más sesudos tratados sobre métrica, o los resúmenes más eficaces y completos sobre dichos tratados, si el ritmo (o los ritmos) poéticos no son cosa que tenga interiorizada. Y en eso es básica la memoria: el alzheimer, por ejemplo, los borraría más pronto o más tarde. Yo creo, en fin, que hay cosas que es esencial interiorizar, hacer propias. Para ésas, el papel puede en todo caso (y sólo a veces) ser una ayuda; nunca un sustituto.
Porque si hablamos de la lista de la compra, al menos en mi caso es totalmente verdadera. Más me vale.
Si hablamos de otras cosas, no la entiendo bien. ¿Apuntar para no olvidar? ¿No es mejor dejar a la memoria que haga lo suyo: seleccionar, guardar, olvidar, desempolvar, revocar, agrandar, achicar, etc? De seguir esa máxima ¿no acabaríamos siendo personas con un archivo descomunal pero sin verdadera memoria, como los que vienen de un viaje con toneladas de fotos y nada más que fotos? Afortunadamente, los olores, el tacto y los sabores, y la música, se resisten al papel.
7 comentarios:
En el medio, sí.
No sé bien si la virtud estará en el medio, o más bien hacia alguno de los extremos, y cuáles serían éstos. Sí sé que eso, en las cosas que de veras nos importan, no es cierto. Pongamos un ejemplo literario, menos comprometido que los vitales: de poco sirve a un poeta tener en su casa los más sesudos tratados sobre métrica, o los resúmenes más eficaces y completos sobre dichos tratados, si el ritmo (o los ritmos) poéticos no son cosa que tenga interiorizada. Y en eso es básica la memoria: el alzheimer, por ejemplo, los borraría más pronto o más tarde. Yo creo, en fin, que hay cosas que es esencial interiorizar, hacer propias. Para ésas, el papel puede en todo caso (y sólo a veces) ser una ayuda; nunca un sustituto.
O más que en el medio, según de qué se trate.
Porque si hablamos de la lista de la compra, al menos en mi caso es totalmente verdadera. Más me vale.
Si hablamos de otras cosas, no la entiendo bien. ¿Apuntar para no olvidar? ¿No es mejor dejar a la memoria que haga lo suyo: seleccionar, guardar, olvidar, desempolvar, revocar, agrandar, achicar, etc?
De seguir esa máxima ¿no acabaríamos siendo personas con un archivo descomunal pero sin verdadera memoria, como los que vienen de un viaje con toneladas de fotos y nada más que fotos?
Afortunadamente, los olores, el tacto y los sabores, y la música, se resisten al papel.
Unamuno decía "para qué guardar en la cabeza lo que puedes tener en la libreta."
Pero al menos hay que acordarse de dónde has guardado la libreta.
Mira lo que me encuentro de Dávila, mucho mejor y más cortito:
"El alma se enriquece sólo con las ideas que olvida" (ETI 72e)
Papel, para no olvidar, cabeza para recordar que guardamos algo escrito,
muy bueno tu blog
Saludos
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