Si el tabaco es verdaderamente tan malo y tan dañino como dicen —como dicen sus detractores—, en vez de la farragosa ley que nos preparan PSOE y PP, que en esto sí que coinciden, como que ambos son intervencionistas y estatalistas (aunque uno más que otro, es cierto), bastaría con una que contuviera un solo artículo, y que rezara así:
“Queda terminantemente prohibida en territorio nacional la producción, distribución y venta de tabaco, habiendo sido demostrado fehacientemente su carácter de droga adictiva altamente nociva para la salud”.
Ah, y una disposición adicional:
“En ningún caso la Hacienda pública podrá beneficiarse de impuestos derivados de las labores del tabaco.”
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