LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle

sábado, 30 de agosto de 2008

Árboles y bibliotecas

Sevilla no es la ciudad de las personas, como reza la propaganda municipal, sino la ciudad de los disparates. Al largo suma y sigue se añade ahora éste del enfrentamiento entre los partidarios de una biblioteca y los defensores de unos árboles. Árboles contra bibliotecas, y viceversa. Parecía imposible. Pues lo han logrado.



Nota: sobre el asunto hay ya bastante "blogografía". Por ejemplo AQUÍ y AQUÍ.

6 comentarios:

Ignacio dijo...

Como en un cuento de Borges, hoy los dos hemos escrito lo mismo, del mismo tema.

Joaquín dijo...

"Por azares del almanaque o de la magia meridional, en Sevilla ocurren curiosas negaciones de la lógica, como de libro de los récords: la Feria de abril acaba en mayo; los seises que bailan ante el Santísimo no son seis, sino diez; el llamado Pasmo de Triana, el torero Juan Belmonte, no nació en Triana, sino cerca de la Macarena; un disminuido físico, Enrique el Cojo, fue maestro del baile flamenco, reconocido por la Unesco..."

Antonio Burgos: "Invitación a Sevilla".

Enrique Baltanás dijo...

Pues, Joaquín, será eso, será nuestro sino...

Jesús Beades dijo...

Muy bueno lo de la blogografía.

Ignacio dijo...

(soy otro ignacio)

Lo que es de traca es el argumento que aparece en uno de los enlaces: que la biblioteca no sería para el pueblo sino para una élite universitaria. Como si los universitarios hoy día fueran élite. Como si un libro se le negase a nadie. Como si leer fuera un comportamniento elitista.

Élite universitaria es la de Princeton o Cambridge (donde pro cierto hay árboles y bibliotecas en abundancia, sin que se estorben).

Aparte de eso, la polémica es completamente idiota. La parcela es un bordecito del enorme parque, está pegada a la zona más construida, el edificio quedará al final de una gran plataforma arbolada, sin interrumpirla ni interferir en ella. Esta gente no ha visto proyectos de verdad arboricidas o insensibles con el entorno, me parece.

Además, los árboles en cuestión son si no recuerdo mal naranjos plantados hace muy poco, de fácil reposición y escaso valor individual. No es que haya caído un ovni en el Parque de María Luisa.

Enrique Baltanás dijo...

Gracias, Ignacio ("Yo, el otro") por tu información/opinión.