Estudié en el mismo Instituto donde después fui, soy, profesor. He visto tantos cambios y mudanzas... y tanto casos que recordar no quiero... Al principio, por ejemplo, había una capilla, que hoy ha quedado convertida en almacén. O un magnífico teatro, que hoy es "salón de usos múltiples", que es otra forma de nombrar la nada.
Cuando estudiaba, en cada aula había un crucifijo. Luego, no recuerdo cuándo, porque yo falté un tiempo de ese Instituto por otros trabajos en que anduve comisionado, los crucifijos fueron desapareciendo. En algún momento creo que llegó a haber un retrato de SS. MM. Ya no, ni eso. Tampoco hay ya tarima o estrado para el profesor: todos tenemos que estar al mismo nivel, incluso físico, o empezando por lo físico y terminando por lo patafísico.
Por la sala de profesores anduvo rodando uno de aquellos crucifijos descolgados de las aulas. Estaba finalmente posado sobre un mueble, cogiendo polvo, sin que nadie le hiciera el menor caso. Se trataba de un crucifijo de metal, de estilo, digamos, para entendernos, "postconciliar".
Un día decidí llevármelo a mi casa, sin consultar con nadie, y allí lo tengo, en una de las paredes de mi despacho. Yo lo llamo el "Cristo de las Catacumbas". Aunque mejor se estaría, quizás, llamarlo el Santísimo Cristo del Abandono y de los Olvidos.
La verdad es que nadie parece haberlo echado en falta. Al menos, en las reuniones del claustro nadie lo ha mencionado. Bueno.
15 comentarios:
Los "vadarras" de este régimen corrupto,y parasitario, solo piensan en marear al personal. Francisco Franco, dijo.-"Son los rojos. los mejores para la algarada".
Bravo, Enrique
Bravo por el comentario. Al vicio de quitar y prohibir, en lugar de sostener el tibio mensaje del Pp del "a mí no me molesta" debe contestarse con un mensaje positivo y proactivo: pon un crucifijo en tu vida.
Qué buena entrada y qué buen samaritano. Una hermosa forma de confortar el Corazón de Jesús.
Si te sirve de consuelo, yo he salvado de la basura en mi nuevo instituto a otro crucifijo. Por cierto, ¿sigue en la sala de profesores el cuadrito de la virgen del Águila?
Confío en que desde la fecha en que distrajo usted el mueble hasta el día de hoy hayan pasado los años preceptivos para que de la posesión (sin justo título y con mala fe) se derive la propiedad. En caso contrario, mucho me temo que se lo reclamarían precisamente los mismos que hubieran protestado si estuviera en cualquier sitio del centro educativo: de lo que se trata es de fastidiar, por "fas" o por "ne fas".
Yo también he salvado de la basura al último crucifijo de mi instituto. Ahora preside la carpintería que acaba de montar mi hermano. Alguien debería recoger las historias de los nuevos e improvisados salvadores de cruces.
Así va hoy la educación...
Saludos.
Que cada uno coja su cruz...
¿No serías tu el que se llevó el cuadro de Franco? Chico, por qué páramo ideológico andas.
Pienso, que ya lo importante no es que haya o no haya un crucifijo en las aulas, el fondo se me antoja más alejado de convenciones políticas y más cercano a la costumbre, y las costumbres se acaban remedando, por los mismos que las tienen. Es esa facultad humana que no entiendo.
Yo tengo decenas de crucifijos y de cruces, y os prometo que no están colgadas ayí donde alguien no la identifique, seria algo tan egoista...
Pero, micer Anónimo Tercero, ¿qué tiene que ver la ideología o la política con la religión? Ni todos los franquistas eran católicos, ni todos los católicos eran franquistas. Hoy mismo, yo tengo amigos militantes de partidos de izquierda que son cristianos e incluso cuando llega la Semana Santa se meten bajo un paso de costalero.
Y volviendo al tema de los crucifijos en las aulas. ¿Que se quitan (siempre que no sea coactivamente)? Pues que se quiten. Lo que yo constato es simplemente que con eso no hemos ganado nada. Desde luego, ni la convivencia en los centros ha mejorado ni mucho menos el rendimiento académico. En todo caso, hemos perdido algo. Y además, pa ná.
qué bonita la entrada y los comments, "yo también me Lo llevé a casa".
Hola:
creo que se ha creado un problema donde no debería haberlo. Los símbolos deberían estar al margen de la escuela, por lo tanto,fuera del aula.
Un centro de enseñanza debe tratar de explicar a través de la ciencia. Si mantenemos en los colegios, los institutos, las universidades cualquier tipo de símbolo, lo que está en juego es la razón, no la fe.
José A
Ese es el problema, José A., que los colegios no deberían ser sólo científicos: además de ciencia, deberían enseñar cultura, y el Crucifijo forma parte de nuestra cultura. Tu comentario me ha gustado por razonable, así que razonablemente te contesto, con el permiso de Enrique. A mí me da igual que lo quiten de los institutos, lo que no me da igual es el por qué de esa acción. La cristofobia y falta de libertad imperante. Y que según lo que digas, según que personas te miren muuuy raro. Lo que me preocupa es la intolerancia de los "tolerantes".
Y, ya que es irremediable mezclar curras con merinas, o sea, religión con política, digo que en tiempos de Felipe no había este buenismo empalagoso, pero es que ZP no hace más que lanzar el mensaje de "nosotros somos los buenos". Harta un poco, la verdad.
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