Leo Dirección Brooklyn, el tomo de diarios de Hilario Barrero, como lo que efectivamente es, una estupenda crónica neoyorkina. El metro, los barrios, la vida cotidiana, la vida académica, los poemas, la ópera...
Pero lo leo también como un libro de memorias, las de la infancia en una Toledo de posguerra, el recuerdo estremecido y verdadero de su madre...
Y no sé por qué, estas páginas referidas al pasado me suenan más vivas, más actuales que todo lo demás.
Y es que todo lo que tenemos que contar está en nuestra infancia. Lo demás... ya lo contarán nuestros hijos...
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