Ricardo Defarges nos regala un nuevo poemario, Muere al nacer el día, editado por Renacimiento en la colección Calle del Aire.
Espléndidos los poemas en que nos vuelve a contar viejas películas o que tienen por objeto un escritor (Cernuda, Azorín...) o un cuadro, y no menos los que hacen referencia a la intimidad del poeta en su vejez.
No hay aquí culturalismo, sino vida, la de uno, la de cualquiera.
Y si anciano es ya el poeta, su voz suena todavía fresca, verdadera, a ratos deslumbrante.
No goza de los premios y reconocimientos de que disfrutan otros de su generación (la del cincuenta), pero sí del aprecio de unos pocos, no sabría decir cuántos, fieles y agradecidos lectores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario