Aquel alto cargo del Régimen (del anterior a este), mandamás del negociado de cosas culturales y artísticas, cuando le presentaban a un sacerdote solía llevarse aparte al introductor y preguntarle en voz baja: "Y éste, ¿qué es, maricón..., putañero o... santo?"
Pues en esas tres categorías, clasificaba el buen hombre a todo el clero español de su tiempo.
(Siento no recordar dónde leí esta anécdota, no sé si verídica o apócrifa. No lo apunté en su momento...)
1 comentario:
El nuevo régimen ha reducido las categorías a las dos primeras, ya que no cree en la tercera.
La terca realidad... pues bueno, por algún lado andará.
País.
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