Tras un calor sofocante, con frío y lluvia entramos en julio. La lluvia nos da unos sueños profundos, largos y al final tristes, de los que despierto como de la muerte... Desde hace algún tiempo, en ese final de sueño, se me aparece Concha Espina, ciega..., escribiendo a tientas..., en la claridad de la mañana... También soñé ayer, por vez primera, con Don Federico, el viejo pintor hemipléjico...
¿Qué misterio encerrará estas apariciones?
Aquí, de repente, me paro. ¿Cuál es el sujeto gramatical de esta oración? ¿Qué misterio encerrará estas apariciones? No cabe duda de que Cansinos, si su texto ha sido bien transcrito, consideró el sujeto el misterio y el complemento directo apariciones. Pero a mí me queda la duda... ¿El misterio encierra a las apariciones o las apariciones encierran un misterio? ¿Debe ir el verbo en singular o en plural? ¿O tal vez pueda ser lo uno y lo otro, según se mire?
Pues, francamente, no lo sé...
Ufff, y eso que ha sido uno profesor de lengua... Pero de eso hace ya tanto tiempo... Y, para colmo, otra duda. ¿No debería Assens llevar tilde sobre la é? ¿Assens o Asséns?
Call for papers.
3 comentarios:
Estimado Enrique, al editar el texto me plantee exactamente la misma cuestión. En la obra y traducciones de Cansinos se encuentran muchos casos ambiguos del mismo estilo, en los que uno no sabe por dónde tirar. Ante situaciones como esta el criterio que sigo es “mejor no meneallo”.
Assens no se acentúa. Llevan acento gráfico las palabras agudas si terminan en vocal o en las consonantes -n o –s, no agrupadas con otra consonante. Si las palabras terminan en dos consonantes, aunque la última sea -n o -s, no se acentúan: Mayans, Isern, Canals, Llorens, Orleans, Assens.
Saludos y gracias por tus comentarios.
Este es uno de esos casos en los que el sentido común y el contexto suplen al análisis gramatical. Probablemente hay una errata. Si consideramos sujeto a las apariciones, la frase es sencilla de entender y encaja perfectamente con las anteriores: tenemos unas apariciones que encierran, implican alguna explicación misteriosa. En cambio, si pensamos que misterio es el sujeto, el sentido de la frase parece excesivamente traído por los pelos: el autor tiene a mano un surtido de misterios, y se está preguntando cuál de ellos contiene como elementos del mismo las apariciones mencionadas antes.
Un saludo.
"La lluvia nos da unos sueños profundos, largos y al final tristes". Bellísimo, en cualquier caso.
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