Un impuesto supuestamente progresivo y que es en realidad regresivo; que desincentiva el trabajo; que penaliza exclusivamente las rentas salariales, especialmente las de las clases medias; que carece de seguridad jurídica, porque cada año cambian las normas, y lo que antes era deducible ahora ya no lo es, y viceversa...
Otra maravilla, de entre las que nos legó Francisco Fernández Ordóñez (y la UCD)....
Consolémonos con que en otros países, como en Estonia, lo hacen mejor que aquí. Que los vientos favorables de Estonia lleguen pronto hasta nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario