"Sacerdocio -escribe Francisco Ayala en La estructura narrativa y otras experiencias literarias- significa comunión y mediación con una esfera trascendente, con el orden espiritual; y el escritor tiene por misión, en efecto, captar los valores del espíritu en fórmulas que los hagan aptos para la comunión popular." (p. 210)
Nunca había visto formulado de modo más claro este principio recurrente de la modernidad: vampirizar la religión, chuparle su sangre, vaciarla de contenido, sustituirla por un credo laico. Convertir la historia de la literatura en una especie de flos sanctorum. Aunque de algún modo -sic et non- Ayala tenga no poca razón.
Y en el mismo lugar, esto otro:
"En una obra de arte, el argumento constituye mero soporte sobre el cual han de organizarse los materiales manejados por el artista para darle forma; y su calidad, el grado de su logro, dependerá del uso que él haga de esos materiales. Así como la pintura es un arte de los colores, y la música de los sonidos, la literatura es un arte de las palabras, en cuanto sonidos articulados y cargados de significación." (p. 165)
Y aquí mi disconformidad no consiente el sic et non. Es absoluta y radical. Ni el argumento es "mero soporte", ni la pintura consiste sólo en colores (hay perspectiva, composición, motivos...), ni la música en sonidos. Y por supuesto, la literatura es más, mucho más, que el arte de juntar palabras bien combinadas.
4 comentarios:
Totalmente de acuerdo con lo que apuntas: la literatura es mucho más, al menos, la buena literatura (hay muchos que ganan una barbaridad simplemente por juntar palabras). Es cierto que con un mismo argumento podemos encontrar buenas y malas obras literarias, pero es imposible lograr una buena pieza con un argumento ineficaz.
El Arte y la Literatura expresan sentidos por medio de formas materiales. Detenerse en la palabra, y no dirigirse a su sentido, es como observar al dedo que apunta a la luna...
Pero el sentido es indiscernible de su encarnación verbal o material. ¿El sentido de "Las Meninas" puede desprenderse y trasmitirse independiente del lienzo? Y así podríamos poner ejemplos en todas las artes.
Yo no estoy totalmente de acuerdo, pero comparto la idea de que es materia que vale la pena discutir.
Estando convencido de que el argumento es irrelevante (sobre todo en artes plásticas), no paro de encontrar contraejemplos, si me pongo, a favor de lo contrario.
Por ejemplo menos evidente que el Guernica, un Rembrandt que hay en la Frick Collection, unas negaciones de San Pedro en que aparece el Cristo pequeñito y borroso, al fondo, y cuyo impacto emocional es difícilmente desligable de la historia que se cuenta.
Pero sigo pensando que son excepciones.
Para que exista ARTE,- y el arte se puede dar en muchos ámbitos y no sólo en música, pintura, literatura...; puede haber arte en una simple mirada, o en un bello objeto colocado oportunamente,- tiene que darse una "elevación espiritual" por parte del receptor.
Ya Wittgestein en sus "Tagebücher" decía: "la obra de arte es el objeto visto sub specie aeternitatis" conectando con Spinoza.
Publicar un comentario