Escribió uno hace tiempo, en este mismo sitio (concretamente AQUÍ), un comentario, si no despectivo, sí que desdeñoso, y hasta un pelín borde, hacia la poesía de Claudio Rodríguez, a propósito de cierta antología suya de reciente aparición.
Lo cierto es que no he vuelto a releer su poesía. Tampoco entra entre mis planes hacerlo, al menos por ahora. Con que no sé qué pensaría ahora de esta poesía.
Lo que sí leo es una emotiva entrevista en Poesía Digital con su mujer (ella no acepta el título de viuda), Clara Miranda, y aparece otro Claudio Rodríguez, el de la intimidad, el de los amigos, el joven estudiante, el marido... el hombre.
Debemos diferenciar entre el poeta y el hombre, o entre la obra y su autor. Pero la proposición contraria también es verdad, incluso más verdad. Y en cualquier caso, el hombre vale siempre más, por ser hombre, y sólo por eso, y aunque sólo sea por eso, que la obra, pequeña o grande, que pudo salir de sus manos.
Cierto que yo no atacaba al hombre, y que creía que el crítico debe ser implacable, pero me olvidé de que el verbo procede de la carne, en este caso, y que la obra procede de un hombre, con mujer, familia, amigos... Por eso canto aquí hoy la palinodia.
Una palinodia relativa, porque no me desdeciría gran cosa hoy de lo que entonces dije, pero hubiera quizás debido decirlo de otro modo... más caritativo, si se me entiende la expresión.
Menudo dilema el del crítico, que se mueve entre el Scila de la espada y el Caribdis del apósito.
5 comentarios:
Buenos días Baltanás. ¿Palin-odiando? Un abrazo desde Valencia.
buenos dias mi amigo
"Y en cualquier caso, el hombre vale siempre más, por ser hombre, y sólo por eso, y aunque sólo sea por eso, que la obra, pequeña o grande, que pudo salir de sus manos".
Eso, que tan fácilmente olvidan tantos, dice mucho de ti. Y de tu obra.
Cuando se olvida, que lo olvidan muchos y se nota enseguida, toda su obra, pequeña o grande, no pasa de palabrería impresa.
buenas tardes mi amigo (me sumo al anónimo de arriba, que me ha encantado)
Hola, sin duda que la antología de Gallego no es la mejor puerta de entrada o de vuelta a Claudio. Muestra una visión demasiado sesgada y no están muchos de sus mejores poemas. Es mejor siendo mucho más corta la antología personal de Visor. El asunto es que decir que Claudio no está en la almendra o no llega a ella es poco menos que para partirse. Yo he respetar su criterio, pero creo que el problema puede estar en la lectura. Casi todo Don de la ebriedad, casi nada de Conjuros, muchos grandes poemas de Alianza y condena y algunos otros de más adelante son parte de la poesía más honda, más original y que mejor suena (eso es indudable) de nuestra lírica del siglo XX. Sin duda también que Claudio tenía sus defectos como poeta, Con media azumbre es un poema tosco y facilón. Pero lea el primer poema de su primera obra y si no se estremece un poco le doy a usted la razón. Gestos o Solvet seclum también son grandes poemas como el célebre Ajeno. Otra cosa insisto es cuál sea su canon. Si la poesía sosa que siempre dice lo mismo de la misma forma es lo suyo, mejor ni lo intente. Desde luego la obra de algunos sevillanos actuales es por fortuna todo lo contrario de la poesía del zamorano. Reciba un cordial saludo de mi parte,
Lázaro
Lázaro, tomo nota de tus consejos y recomendaciones. Y los pondré en práctica. Gracias.
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