Bueno, la portada.
Y lo de próximo... cualquiera sabe. A lo mejor va otro y se adelanta.
Pero por lo menos de éste ya tengo la portada.
Y la contraportada, que dice así:
Los hermanos Machado no habían dicho aún su última palabra. Durante demasiado tiempo considerados como enfrentados y opuestos entre sí, su obra común e indivisible, es decir, su obra dramática, había sido leída con insuficiente atención e incluso no poco desdén. Los mismos y escasos estudiosos que la abordaban no la tenían, por lo general, en mucho. En este ensayo, Enrique Baltanás, que ya había recuperado la figura del padre, Machado y Álvarez, a través de la edición de sus Obras completas (2005) o, poco después, ofrecido una atinada visión de conjunto en Los Machado. Una familia, dos siglos de cultura española (2006), nos descubre un teatro hasta ahora sepultado por un triple prejuicio ideológico, estético y filosófico. Sin seguir ninguna teoría novedosa (estructuralista, semiótica, freudiana, marxista…), sino sencillamente escuchando los textos, leyéndolos con atención, dejándoles decir lo que dicen, este teatro aflora como una de las más importantes dramaturgias españolas, si no la que más, de la primera mitad del siglo XX. Por su calado filosófico y su complejidad moral, por su penetración psicológica en la conformación de sus personajes, por su altura artística, por su mensaje inequívoco y preciso, antiguo y renovado: sólo el amor nos salva.
13 comentarios:
¡Enhorabuena!
Lo(s) esperamos.
"Sencillamente escuchando los textos, leyéndolos con atención, dejándoles decir lo que dicen".
Es para esperarlo;-)
Eso es, Enrique. Lectura sin orejeras y glosa y comentario inteligentes. Lo leeré, sin duda. Abrazos.
Felicidades. Estaré pendiente. Un abrazo.
Enhorabuena... ahora a esperar, esto es como un embarazo.
(Y es que leí "así será mi próximo hijo")
Lo leeremos. Si es tan esclarecedor como La teoría de Andalucía, habrá incluso que estudiárselo.
Enhorabuena anticipada, Enrique.
Saludos.
Felicidades, Enrique. Te leeré con mucho gusto.
Enrique, felicidades. Laus libris, Una duda: ¿La portada o la cubierta? Un saludo. Antonio José Pérez
Es verdad, publicar un libro es la experiencia más próxima a alumbrar un hijo, aunque este hijo del entendimiento fuese seco y avellanado, como decía Cervantes en el prólogo al Quijote. Así que muchas felicidades, Enrique.
Y ya sabes que: Bienaventurados sean nuestros imitadores, porque de ellos serán nuestros defectos...
¡Buena la portada! Y el contenido será mejor: qué ganas.
Qué bien
Enhorabuena, Enrique. Si se adelanta otro avísanos. Un abrazo.
Carlos dijo:
Será, como todos tus ensayos, revelador y rebelador (contra la carga decimónica que se le achaca a su teatro por la cantinela de la rima. Eso ha desatendido su contenido, que tú sabrás poner en pie).
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