Iguala en perfección la anatomía, si ustedes lo miden bien, es un endecasílabo perfecto. Pero José Emilio Pacheco no puede permitir que le salga un endecasílabo ni por casualidad. Y por tanto lo que escribe es: iguala en perfección a la anatomía ("La aguja", en Elogio de la fugacidad. Antología poética 1958-2009, p. 36).
Con lo cual, además de violar las reglas de la métrica, perpetra un crimen de lesa gramática (preposición ante acusativo que no es de persona). El infractor redondo, con o sin manual.
En realidad, la lucha final no será entre la poesía de la experiencia y la poesía del silencio, ni entre herméticos y claros, ni entre figurativos y vanguardistas. No. La lucha final será entre la poesía medida y la poesía desmedida.
2 comentarios:
Eso es lo mismo que escribir un soneto corto.
Muy fino análisis, y muy medido.
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