José Luis García Martín señala todos los defectos que el libro quizás no tiene, pero, curiosamente, se olvida del principal defecto que quizás sí tiene: un tono demasiado vehemente y combativo, innecesario en este tipo de libros, y quizás contraproducente, por lo sobrado. Pero en estas cuestiones siempre me he atenido a un criterio: no incurrir nunca en la tentación de criticar al crítico. Cuando un libro se publica pertenece al público, y opinará cada uno lo que mejor le parezca. Así que, por mi parte, cambio de tercio.
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Algún día escribiré mis memorias. Pero no teman, serán muy breves. Tengo poca memoria.
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El vanguardismo tiene siempre algo de leninismo cultural.
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La abundancia está siempre a punto de caer, si no ha caído ya, en la redundancia.
1 comentario:
Sobre la abundancia y la redundancia: siempre podremos salvarla en un pleonasmo -si somos capaces-.
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