Los progresistas del XIX, los progresistas suelen ser los últimos en enterarse de por donde irá el verdadero progreso, decidieron derribar las murallas de Sevilla.
No se alcanza para qué fuera necesario hacerlo, porque los bulevares se hicieron extramuros, y Sevilla perdió lo que podría haber sido otro atractivo turístico más.
Pero he aquí que el actual consistorio sevillano ha decidido cerrar el "centro histórico", la ciudad intramuros, al tráfico rodado, para lo que ha instalado cámaras en todas las entradas y salidas posibles y establecido no sé qué ordenanza que más que nada recuerda las del gheto de Varsovia. ¡Hasta querían dividir el casco en cuatro sectores incomunicados!
(Parece que de esta última idea han desistido, por el momento).
En fin, que los progresistas de hoy nos devuelven de nuevo a los tiempos de los fielatos y los portazgos. Porque habrá que pagar (quid del asunto).
¡Viva Fernando VII! ¡Vivan las caenas!
2 comentarios:
Hola, paso de un casual por su página y me asombra; ¿Los progresistas de ayer tiraron las murallas, en qué libro lee la historia, amigo?. Fueron las clases pudientes, la burguesía, o quiere que le de datos interminables. Usted, como sevillano ya de una cierta edad sabe de la destrucción y barbaridad de la Plaza del Duque de la Victoria y tantas otras plazas, conventos, monumentos, Iglesias, con regimenes de corrupción que dejaría helados a los del pepero caso Gurtel ¿Quiénes hicieron la destrucción de Sevilla en la posguerra eran los progresistas de la dictadura franquista?. Respecto al coche, hay que saber en términos técnicos, con datos, solo le diré que el gran destructor y contaminador del casco antiguo es el coche, no es posible a ancianos, discapacitados, niños, pasear por la ciudad, después podremos discutir las medidas. Por favor, seriedad y rigor. Y eso, que vivan las caenas de las bicicletas y las dos patitas, que son muy sanas.
Un saludo.
Según las más estricta doctrina marxista, la burguesía fue la clase revolucionaria y progresista hasta mediados del XIX, cuando se volvió reaccionaria por miedo al proletariado. Al menos eso dice el materialismo histórico.
A mi entender, sin embargo, la idea progresista nada tiene que ver con la propia cartera. Se puede ser muy rico y muy socialista al mismo tiempo. No creo necesario citar nombres.
Degraciadamente no puedo detenerme ahora en la cuestión del automóvil, supuesto causante de todos los males. Eso merece entrada propia.
Pásese por aquí más a menudo, amigo José. Me interesan más los discrepantes que los asintientes. Si no, ¿para qué?
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