La sección (en la columna de la derecha) de
Libros que leo ... o que intento leer no está titulada así a humo de pajas, sino que efectivamente hay libros que intento leer y... no lo consigo. He hecho estos días el enésimo intento por que "me entre" la poesía de
T. S. Eliot, esta vez en la versión de
José María Valverde (Madrid, Alianza, 1978). Y ni con calzador. Nada, que lo dejo por imposible. Será desde luego por culpa mía, no de Eliot, a quien otros de cuyo criterio estético me fío deslumbra.
Pero como no hay libro del que no se saque algo, me anoto esta frase del traductor, en su prólogo:
"... se comprende que a los profesores les convengan más los poetas oscuros que los claros, porque éstos les dejan menos terreno de trabajo."
Ya tengo tema de meditación para unos cuantos días.
6 comentarios:
¿Y que es la claridad y que la oscuridad?
Boutade por boutade, estimado anónimo:
poesía oscura es... ¿la que les gusta a los profesores?
Te entiendo, Enrique, con la resistencia que produce Eliot. Pero, a ratos, salta la liebre, aunque sólo sea por ese final de los cuartetos: when the fire and the rosa are one. Y ciertos momentos de The Waste Land, a los que también se coge el punto. Lo de los profesores no es del todo cierto: a los poetas clarísimos los entienden en clave simbólica, metafórica, apocalíptica, deconstructiva, y tal. Todo es un "aquí lo que Machado quiere decir es que...", lo cual, en poesía, siempre es un error.
Pues me da usted una mediana alegría, que me he puesto yo (tarde, tardísimo) con él y me cuesta también lo suyo.
Soy mal lector de poesía, me quedo (sobre todo en lengua extraña) con el soniquete, que en Eliot es a ratos hipnótico. Pero normalmente insistiendo le saco el jugo a los poemas. Con don TS, ya le digo, me cuesta. Y más cuando el anotador proporciona algunas claves esotéricas, dificilísimas: ¿todo eso se supone que debe uno saber, y tener en la punta de los dedos, para disfrutar de un poema?
Leí los cuatro cuartetos en bilingüe, y aprendí más inglés que poesía.
Yo también tengo una edición de Valverde sobre Eliot y la verdad es que cuesta un poco. No obstante, poco a poco se le coge cariño a su poesía, mis favoritos: La Tierra Baldía (aunque aún no termino de encajarla en mis esquemas) y el primer poema de la antología La Canción de Amor de J.Alfred Prufrock.
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