Si en el fondo están tan convencidos de que lo que celebran es un mero pacto privado, entonces, ¿para qué invitan a tanta gente? (Al volver de un banquete de bodas).
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Todos somos indigentes... de algo.
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La volatería, en otoño, parece una hoja desprendida del árbol del volatinero.
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Amor, palabra ambigua. Hay muchas clases de amor. Pero sólo uno gobierna a los demás.
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Una mujer bonita es una mujer a la que hemos logrado verle el alma.
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¿Hay guerras justas? Tal vez, pero eso sólo se sabe después que se han ganado.
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Fumaba tanto, que primero se convirtió en humo, y más tarde en ceniza.
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Para los poetas, lo peor del otoño es que rima con... Logroño.
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Lo más frágil y débil en el hombre no es quizás su cuerpo, sino más bien su razón. El cuerpo, al menos en los sanos y los jóvenes, funciona como una maquinaría perfecta: cumple su función. Pero incluso en los más sabios la razón es una pobre cosa... un intento, un ensayo, una apuesta, un tanteo, que rara vez satisface del todo su objetivo.
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La ventaja del adulto es que puede regresar, memoriosamente, a la infancia.
5 comentarios:
En estado de gracia, eso es lo que hay que decir sobre tu situación creativa actual. No sé cuál elegir: todas estas volaterías -como las del otro día- son muy buenas.
¿y los Mínimos, no eran. la Orden Capuchina Menor?
Me gustan todas, pero sobre todo la del amor, la del otoño y... ¡la última
Estupendas, porque todas dan que pensar. Me quedo con la segunda.
De otoño, primavera, verano o invierno, siempre magistrales. Gracias.
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