S. M., que Dios guarde, no ha tenido probablemente el momento más feliz de su reinado. A la pregunta de la redactora de El Mundo pudo, y acaso debió, no responder. Pero respondió, emitiendo un juicio (no importa si favorable o desfavorable) sobre el Presidente de su Gobierno. Pero:
a) Un Rey no es un Presidente de República, ni un político al uso: sus palabras deben entenderse desde otros parámetros.
b) Un Rey mira las cosas a mucho más largo plazo que el resto, y las ve desde un pasado más remoto: es otra perspectiva, o sea. Los políticos miden por legislaturas, por elecciones; los reyes otean, como mínimo, por siglos.
d) Leídas en su literalidad, esas palabras no significan nada, o bien pudieran significar justo lo contrario de lo que algunos piensan. "Él sabe muy bien hacia qué dirección va." Pues, claro, estúpidos: otros no saben ni eso.
c) El actual inquilino de la Moncloa no está ahí porque así lo haya decidido S. M. (hubo elecciones el pasado 9 de marzo, ¿recuerdan?) ni S. M. tiene la culpa de que el partido de la oposición ande hecho unos zorros. ¿O es S. M. quien le ha indicado a María San Gil que abandone la ponencia política?
4 comentarios:
Yo una vez leí (y no recuerdo a quién) que al Rey le gusta un gobierno socialista más que a un tonto una gorra de cuadros.
La causa, venía a decir el autor, es que la izquierda lejos de la Moncloa podría hacer peligrar la Corona enarbolando el debate tricolor mientras que la derecha ni lejos ni cerca incordiaría a su majestad.
Post Scriptum A ver por dónde sale el sol mañana...
Para que luego digamos que el Rey no pinta nada... con el revuelo que se arma cada vez que abre la boca. Y dice "¿Por qué no te callas?", o "Nunca fue nuestra lengua de imposición"... Y sobre todo, cuando hizo aquel breve discurso la noche del 23-F: "[...]La corona, símbolo de la permanencia y unidad de la Patria, no puede tolerar en forma alguna acciones o actitudes de personas que pretendan interrupmpir por la fuerza el proceso democrático [...]." Con este discurso sí que nos hizo quitarnos el sombrero.
Pues soy monárquica por creencia y herencia.
Ahora, no comulgo con Zp.
Lo mejor es dar la no importancia que tiene.
Saludos
No es Homer Simpson, hablando de Ned Flanders; es el supuesto Jefe del Estado, hablando de un individuo que ha negociado con terroristas poniendo en juego el modelo de Estado y la unidad nacional. Un individuo que cree en una España plurinacional marca ACME , con cincuenta nacioncillas de tocame roque, unidas en base al talante y pare de contar.
Un individuo que ha vilipendiado a las víctimas del terrorismo, y que su integridad llega al punto de poner el orto en posición a Mogadiscio, por que unos piratas de atrezzo con chancletas, secuestran un pesquero y el menda paga el rescate, dos rondas de cervezas y los calamares.
Porque que esto lo piense una pescadera sin graduado escolar y votante del PSOE, vale.
Pero que lo piense el Jefe del Estado,cuando tiene en puertas la sentencia del T.C. que valida el estatuto que reconoce que Cataluña es una nación, es para desempolvar la guillotina y buscar el manual de instrucciones.
La verdad, es que yo lo prefiero o silente o dormitando en uno de las siestas que se echa entre discurso y discurso, o holgazaneando en el "Bribón".
Por que en cuanto abre la boca, dan ganas de soltarle aquella ocurriencia espetada al Gorila Rojo:"¿Por qué no te callas?".
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