LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle

martes, 6 de mayo de 2008

Tres maneras de existir


Como posible aclaración o desarrollo a la reciente entrada titulada El argumento de san Anselmo, enunciado por Waught, añadiré ahora lo siguiente:

Existir no sólo es un hecho crudo, sino que la existencia de cualquier ser es siempre adecuada a su esencia. Cada ser existe según el modo que le corresponde a su esencia.

[Charles Hartshorne, 1897-2000]

Y hay, así, tres posibles modos de existencia: necesidad, contigencia e imposibilidad.

Es decir, que los modos posibles en los que puede verificarse la existencia de un ser son:

a) existencia necesaria.

b) existencia contingente: pudiera existir o no. La ballena o el hombre (que existen, pero pudieran no haber existido). El unicornio (que no ha existido ni existe, pero bien pudiera haber existido o existir)

c) inexistencia necesaria o imposibilidad de existir. De su misma esencia se deduce que no puede existir: círculo cuadrado, célula inmortal, triángulo de cuatro lados...

Sólo del concepto de Dios, y sólo de él, y sólo en cuanto su esencia implica la suma perfección, puede predicarse la existencia necesaria.

Ahora bien, ¿tienen todos los hombres necesariamente este concepto de Dios como suma perfección? Tomás de Aquino lo negaba, y en esto se basaba su refutación del argumento anselmiano. Pero bastaría con que algunos hombres tuviesen esa idea, de la misma manera que sólo algunos, y no todos, conocen el teorema de Gödel o la teoría de la relatividad de Einstein y no por eso son falsos.

Pero, por otro lado, aceptar este argumento, el ontológico, no significa, a mi parecer, la aceptación de un Dios personal: la suma perfección, el ser mayor que el cual nada puede pensarse, pudiera ser el Universo, el Cosmos, la Naturaleza en su conjunto. El "Deus sive Natura" de Spinoza.

Y al final, pudiera tratarse de una mera tautología: sólo el ser en cuanto Ser necesariamente es.

Con lo cual habríamos hecho un pan como unas tortas.

4 comentarios:

Ignacio dijo...

Me lo ha quitado usted de la boca, don Baltanás. Firmo y rubrico su post de principio a fin.

Creo que la formulación definitiva (tolérese por favor la hiperbólica inmodestia como rasgo andaluz) del argumento de Anselmo sería: Dios, de existir, existiría necesariamente.

Enrique Baltanás dijo...

"Dios, de existir, existiría necesariamente"
- Creo que eso es lo que hubiera dicho Kant. Para él, del concepto no se sigue la existencia. Pensar que tengo cien táleros en el bolsillo no es lo mismo que tenerlos.
Pero el razonamiento kantiano es muy simplista, y también ha sido criticado y refutado. Entre otros, por el mismísmo Hegel.
Bueno, la Humanidad lleva ya casi diez siglos dándole vueltas al argumento ontológico: es que contiene e implica todas las cuestiones esenciales de la Metafísica.
Seguiremos informando.

Ignacio dijo...

A mi modo de ver una de las claves está en la palabra existir, qué significado exacto le atribuimos.

La de Dios no es la única idea de ese tipo, las matemáticas tienen unas cuantas. El conjunto V que abarca todos los conjuntos posibles es un absoluto del mismo tipo. ¿Existe ese conjunto? Un matemático diría seguramente que la pregunta no tiene sentido, que se trata de un concepto necesario, una tuerca que sujeta el edificio. No es que sea irrelevante su existencia, es que esa categoría no le corresponde.

Y entonces la pregunta sería: ¿es la de Dios (el Todo, el Ser) una idea (una tuerca) necesaria para sujetar edificios filosóficos, o se sostiene sin ella un concepto general del universo?

Francisco Sianes dijo...

Y pensar que se han dedicado siglos de pensamiento a estas perogrulladas...

(Ya Parménides, patriarca metafísico, se lució con aquello de "El Ser es. El No ser no es". Y de ahí hasta las concatenaciones tautológicas de Severino y cía.)

Lo sabía Wittgenstein -con milenios de retraso respecto a otras tradiciones de pensamiento-: la tarea de la filosofía es disolver los "problemas del lenguaje". "Quien es feliz no necesita la filosofía para nada."

Lo demás es ciencia (y poesía).