Al Excelentísimo Señor don José Utrera Molina, cuyas ideas políticas ni he compartido nunca ni probablemente compartiré jamás, pero de cuyo patriotismo y hombría de bien albergo pocas dudas, se le puede quitar la calle que tenía dedicada en Sevilla, ciudad de la que fue Gobernador civil, desde hace muchos años. Como también se la quieren quitar a don José Lora Tamayo y a otros muchos... no se sabe bien por qué ni para qué.
En cambio, las calles dedicadas a los pistoleros de la ETA pueden seguir ahí, incluso con las bendiciones de la Audiencia Nacional.
Que me aspen si lo entiendo.
5 comentarios:
Muchas gracias por la cabal referencia que haces a mi padre a quien te aseguro le duele la medida por el amor tan grande que tiene por la tierra que me vió nacer. Algo que no podrán quitarle, ni vivo ni muerto.
Un abrazo
Luis Felipe Utrera-Molina Gómez
Estimado Luis Felipe: sabes bien que ni nos conocemos ni nos hemos tratado nunca personalmente.
Lo que me ha movido a escribir esas líneas es la vergüenza que siento como sevillano por estas mezquindades infantiloides, aparte, claro está de la zozobra como español ante sentencias como ésta de la Audiencia.
Por cierto, que interesantes memorias estas de "Sin cambiar de bandera".
En cualquier caso, de bien nacidos es ser agradecidos. Yo te sigo habitualmente desde que mi amigo DAL me habló de tu magnífica tribuna.
A ver si nos conocemos en una de mis escapadas a Sevilla.
Un abrazo
Don Jose Utrera Molina es un caballero español.
Precisamente por eso, por que la Memoria Histórica premia a genocidas como Carrillo y trata de humillar a honrosos patriotas, pueden suceder cosas así.
Que desde la Audiencia se permita e incite la apología del terrorismo, es la muestra perfecta de hasta que punto de vileza y degeneración ha llegado la justicia en españa.
Una sociedad enferma y narcotizada capaz de transigir con tales aberraciones, está condenada a extinguirse y desaparecer.
También a mi calle, capitán Vigueras, le van a cambiar el nombre. He buscad en mil sitios quién era ese capitán, para entender esa manía del ayuntamiento de cambiarnos el nombre a los vecinos. ¡Qué manía esta de ir contra los hechos, el pasado y la realidad!
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