Pero lo más corriente es que el poema necesite su tiempo, su maceración, para conseguir aquello que decía Lope: el verso claro y el borrador oscuro.
Hace unos días puse aquí un poema, "El hilo de la vida", que algunos elogiaron. Quizás no se fijaron, por inadvertencia o por generosidad, ni en la etiqueta (versos borrados o borrosos) ni en el antetítulo: A la papelera.
Pero ningún borrador se debe tirar a la papelera, sino depositarlo en el cajón y dejar que pase el tiempo. Algo quisimos decir, algo vimos, aunque todavía no lo veíamos del todo.
El poema publicado no era más que una obviedad. Algo faltaba. Por no sé qué extraños vericuetos me llegó la luz al fin y lo pude ver claro. Ahora el poema queda así:
EL HILO DE LA VIDA
¿DE qué depende el hilo de la vida?
De diez minutos más en la ambulancia.
Del alcohol inexperto y barato
que una noche de viernes se estrella contra ti.
O de que el cirujano
o la enfermera o el anestesista
no logren ese día la atención o el acierto
que su currículo muestra que poseen
sin género de dudas.
De que alguna molécula,
que alguna proteína,
algún extraño nombre bioquímico
se subleven en contra de su dueño.
Ya los griegos temían
a no sé qué tijeras caprichosas
en manos de unas tipas algo crueles.
Pero este falso azar no es un azar,
ni siquiera estadística:
son los pasos oscuros con que avanza el destino.
Ahora sí. Pero me he ido al primer borrador que conservo (este ya no lo doy, por vergüenza). Su fecha:jueves, 21 de junio de 2001. ¡Practicamente diez años!
Pero que no se desanimen los jóvenes poetas: a veces son diez días, tres meses... o nunca.
6 comentarios:
en el taller del ebanista siempre hay un rincón donde se amontonan los muebles viejos bajo una tela cubierta de polvo...
en este purgatorio, las sillas juegan a ser fantasmas y asustan a los niños más intrépidos...
después la gloria o el fuego...
el purgatorio de los poemas es mucho más duro...
si al menos pudieran divertir o asustar a alguien...
deberían proliferar libros de borradores de poetas...
como lo hacen los de esbozos, bosquejos, bocetos, apuntes y sketches de artistas, cineastas o arquitectos...
gracias, enrique
Hablando de tijeras, muy buen tijeretazo al final del borrador. El final con las tipas peligrosas es más poético que el final más explícito que había antes.
Ya que el poema trata de lo que trata, me gusta interpretar también el hilo como algo continuo, una historia, que evidentemente puede ser cortado en cualquier momento, pero que tiene el sentido de un hilo con argumento. Aunque haya un corte inesperado, en el ámbito biológico, la historia que estaba en marcha, ¿quién dice que no continúa, de algún modo, en algún lugar?
Sí, sin duda mejor este final. Aunque de la otra versión me gustaron los versos:
De que en el cálculo/frío de probabilidades/ decida la estadística que tú eres su cifra.
Excelente poema. ¡Y gracias por compartir las dos versiones!
Efectivamente, no es mala idea, no, esa de que los poetas publiquen libros de borradores. Me lo apunto.
No sé cómo veis la entrada vosotros, en mi pantalla no sale el poema completo, sino que al final viene "ver más información" y si pinchas ya sale entero. Misterios de Mister Blogger.
Y gracias Sara por recordarme esos 2 vv. porque a mí tambien me gustan y no sé por que habían desaparecido: los rescato, desde luego. Menos mal que aún no he entregado el libro al editor.
delírium trémens, por fantasear que no quede...
me imagino desentrañar Noche oscura o Llama de amor viva a través de sus borradores... si es que los hubo... cómo se llega a algo tan perfecto...
en relación a los versos desaparecidos que comenta sara... pensé que al someter todo al subrepticio destino, la fría estadística se te quedó en notaria pendolista...
FT: antes de comentar siempre es bueno pulsar en Mostrar entrada original
Ingenioso poema, pero extraño.
Saludos.
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