LA FRASE
"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."
Sir Arthur Conan Doyle
Sir Arthur Conan Doyle
domingo, 12 de diciembre de 2010
LA OBSOLESCENCIA DE LO MODERNO
Todo envejece. La carne y los libros. Hasta la niña locuela e inocente que es la greguería se convierte en viejecita arrugada. ¿Comprenderán los jóvenes de hoy esta de don Eugenio d'Ors, que fascinó a los jóvenes de antes de ayer? "Cuando la planchadora acerca el hierro a su mejilla para saber si está caliente, es como si se preparase a telefonear al infierno." Genial, sí, pero hoy necesitaría una nota a pie de página.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
7 comentarios:
Notas al pie: hacen pesados nuestros pies, ralentizan la marcha, pero sólo con ellas podemos caminar por la cultura, por la vida.
No estoy cien por cien de acuerdo. Si un joven se pone a leer a un maestro antiguo, sin haberlo leído antes, lo más seguro que no lo vea envejecido, sino joven, por novedoso. Es la vista cansada lo que envejece cuanto mira. Y es obvio que envejecen las páginas, que amarillean y que todo lenguaje acaba quedándose anticuado, pero lo joven, lo vivo, es un espíritu que no tiene fecha de caducidad.
Inevitable. ¿Quién escribe para la eternidad? El tiempo (y todo lo que arrastra: todo) no se detiene.
Lo de la nota a pie de página tiene una posible greguería, algo así como:
"Las notas a pie de página son pesados grilletes en los pies del lector que recorre su camino".
Pero, claro, se pierde la segunda idea que aportas, que no es menos interesante.
Notas al pie: mejor botas, para transitar por la espesura.
Dicho lo cual, diré que me alegro de mis años, que me ahorran la bota. Qué atractiva planchadora, qué gesto tan Vermeer, y qué asociación de ideas de Eugenio (ah, pillín, ¿en qué estaría usted pensando?) tan abrasadora.
Muchos jóvenes de hoy,entre los que me encuentro,posiblemente les resulte igual de fascisnante Eugenio d´Ors que a aquellos que tienen ya unos años de más o de menos -según se mire-.
El problema no es la lectura,sino la cultura.
¿Qué porcentaje se detiene a leer greguerías?.
Publicar un comentario