¿DE QUÉ DEPENDE el hilo
de la vida?
De diez minutos más en la
ambulancia.
Del alcohol inexperto y
barato
que una noche de viernes se
estrella contra ti.
O de que el cirujano
o la enfermera o el
anestesista
no logren ese día la
atención o el acierto
que su currículo muestra
que poseen
sin género de dudas.
De que alguna molécula,
que alguna proteína,
algún extraño nombre
bioquímico
se subleven en contra de su
dueño.
De que en el cálculo
frío de probabilidades
decida la estadística que
tú eres su cifra.
Pero este falso azar no es
un azar,
es la tinta invisible con
que escribe el destino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario