LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle

domingo, 26 de diciembre de 2021

LA DIOSA RAZÓN, LA SORPRENDENTE NUEVA OBRA DE LOS HERMANOS MACHADO

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La diosa Razón: una primera lectura




Las primeras noticias que tenemos sobre La diosa Razón datan de 1935, fecha en la que respondiendo a la pregunta acerca de qué obras tienen en preparación ambos hermanos la mencionan. Así, por ejemplo, cuando el periodista Pablo Suero entrevista a los hermanos en el Café Varela de Madrid (hacia finales de 1935 o principios de 1936), Antonio responde:

-Trabajamos ahora en una Madame Tallien que tal vez se titule La diosa Razón. Huelga toda explicación, dado el título. Veremos qué destino podemos darle.

Incluso podemos adelantar el inicio de su escritura al 15 de junio de 1934, si nos atenemos a la fecha que figura en la copia del manuscrito de José Machado.

La separación a partir de 1936 de ambos hermanos (Manuel en Burgos, Antonio en Madrid) impedirá acabar la obra, que, sin embargo, se encuentra perfilada y casi concluida y que ahora gracias al denodado esfuerzo de los editores, Rafael Alarcón Sierra y Antonio Rodríguez Almodóvar, que han debido enfrentarse a una maraña de manuscritos y papeles sueltos en que la obra estaba diseminada, nos es dado leer y disfrutar.

Digamos de entrada, sin embargo, que no podemos compartir la afirmación de los editores de que esta “pudo ser la obra teatral más arriesgada y quizá más importante de cuantas escribieron a dúo Manuel y Antonio Machado.” Arriesgada puede que sí en el sentido que enseguida veremos. Pero no la más importante. Falta el conflicto humano y no hay un buen perfil psicológico de los personajes. La acción transcurre tan rápido que no da lugar a detenerse en las motivaciones de los personajes. Lo que sí es desde luego es la obra más política de Manuel y Antonio Machado. Porque lejos de centrarse en los amores y desamores de Susana de Montalbán (la Teresa de Cabarrús de la Historia), la obra se ocupa de un conflicto político en un proceso de transformación revolucionaria. Todo parece indicar que la Revolución Francesa, el Terror y la época de Thermidor, no son sino trasunto de la convulsa situación de España en aquellos días, con la revolución de Asturias y primeros presagios de la agitación que desembocaría poco después en la Guerra Civil. Esto desde luego no ha escapado a la perspicacia de los editores cuando afirman:

...no hay que descartar que los Machado pudieran transparentar en su escritura, consciente o inconscientemente, algo de la preocupación que ellos mismos sentían por la deriva que la II República Española estaba tomando, en aquellos dos últimos años decisivos, los del bienio negro y lo que se veía venir, con la íntima zozobra que les podía producir un posible paralelismo con aquel tiempo brutal del drama que estaban escribiendo.”

Para nosotros, sin embargo, no hay duda alguna de que los Machado se estaban refiriendo, mediante la Revolución francesa, a la situación de España en aquellos días. Aunque los editores den por buena la expresión bienio negro, acuñada por la izquierda, a nosotros no se nos oculta la agitación y la violencia en que vivía España en ese momento, y no precisamente por culpa del gobierno.

Sin duda se trata de la obra más política que escribieron los Machado, dado que no hay conflicto amoroso alguno: Susana Montalbán, la protagonista femenina de la obra, cambia varias veces de maridos o de amantes sin que esto le produzca nunca la más mínima inquietud o zozobra, y además esos cambios están siempre relacionados con la postura política que adoptan sus parejas.

Así pór ejemplo, cuando se despide de Tallien, su pareja hasta entonces, las razones son políticas. Tallien aún confía en la Revolución, de la que Susana ya no se fía en absoluto, pues ella avizora y desea otras posibles salidas. El diálogo entre ambos constituye el meollo de la obra. Ella apuesta claramente por Bonaparte, descartando una vuelta a la monarquía por el momento, aunque advirtiendo que

Todo pueblo es en el fondo un niño y para un niño lo mejor será siempre un padre. Pero te equivocas, Julián. No se trata ahora de eso.”

Ante los ruegos y súplicas de Tallien, Susana descarta por completo la continuidad de la Revolución y así cuando Tallien le dice que la Revolución era la Libertad, ella responde que la Revolución “No era ya más que la guillotina. El pueblo sin guía, que sólo sabe destruir”

Los Machado no eran historiadores, eran dramaturgos. Y como tales escribieron una historia de ficción basada en hechos reales. Esos hechos no son sino los de la Revolución Francesa. Y por tanto abordan dramáticamente un proceso revolucionario. ¿Y por qué eligen ese tema precisamente? Sospechamos que ello fue por el paralelismo que podía encontrar con la España del momento, donde también se vivía una situación prerevolucionaria e incluso francamente revolucionaria, con la espoleta de los acontecimientos de Asturias de 1934. Recuérdese el discurso de Gil Robles en las Cortes del16 de junio de 1936 en el que enumera las cifras de la subversión violenta (puede encontrarse en internet). Tal vez el contenido de La diosa Razón pueda sorprender a bastantes lectores de la obra, sobre todo teniendo en cuenta que Antonio fue luego un perfecto cómplice, probablemente a la fuerza, del gobierno rojo del Frente Popular. Pero para nosotros el sentido de la obra está meridianamente claro.

Cuando Tallien la acusa “¡Vuelves a la Restauración!”, Susana responde “Eso menos aún. Eso no puede volver ahora tampoco.” Y Tallien: ”Entonces, Bonaparte. La dictadura”. Y Susana asiente. “Acaso. Sí, ¿por qué no? Porque esto se va también.” La obra acaba con un breve diálogo entre Susana y Josefina y un edecán que anuncia: “¡Señores, ha llegado Napoleón Bonaparte!”

Curiosamente, la obra casi prefigura a lo que en España después sería el llamado “Régimen del 18 de julio”, presidido por un dictador militar (como Napoleón) que no era una mera vuelta a la antigua política de la monarquía anterior sino que estaría dotado de una fuerte impronta social. En este sentido La diosa Razón nos aclara mucho sobre el verdadero pensamiento de ambos hermanos sobre la situación política de España en aquellos trascendentales momentos.

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