LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle

domingo, 7 de agosto de 2005

Roquetas, sin juicio, con prejuicio

"No tengo nada que objetar a las reacciones gubernamentales por el asesinato perpetrado en una comisaría de Roquetas, ya que sólo la trascendencia mediática del crimen puso en alerta al gobierno. ¿Por qué un torturador que ya había sido denunciado meses atrás continuó en su puesto hasta que consiguió matar a alguien a golpes? "
Así comienza el artículo de Fernando Iwasaki en el ABC de hoy. Un Fernando Iwasaki a quien, lo confieso, me cuesta reconocer. ¿Qué información privilegiada posee Fernando que le permite afirmar tan rotundamente que se trató de un asesinato, cuando ni siquiera es fehaciente que se tratara de un homicidio? ¿Por qué llama crimen a lo que bien pudo ser un desdichado accidente? ¿Por qué adjudica al comandante de puesto el calificativo de "torturador", sin pruebas, sabiendo que la tortura es en España un delito tipificado en el Código Penal? ¿Por qué le asigna tanta saña y reincidencia con esa frase tan dura: "hasta que consiguió matar a alguien a golpes", que para escribirse, puesto que se trata no sólo de la atribución de un grave delito, sino del honor y buena fama de las personas, debe hacerse con muy fundadas razones y aportando la carga de la prueba?
Lo que vamos sabiendo sobre el caso Roquetas no va precisamente en la dirección de la "tortura". ¿Desde cuándo se tortura en un patio a la vista de todo el mundo? ¿Desde cuándo los torturadores son tan poco precavidos que se dejan morder, patalear o agredir por el supuesto torturado?En todo caso, la verdad se sabrá, y la justicia dirá lo que tenga que decir. Mientras tanto, respetemos la presunción de inocencia, cuando menos. Aunque sea la de la Guardia Civil.
Pero en esto de la Guardia Civil nos ocurre a los progres y ex-progres lo que al perro de Pavlov, que la oímos mentar y enseguida de lo primero -o lo único- de que nos acordamos es de Pilar Miró y El crimen de Cuenca o de Lorca y las almas de charol. Seguimos teniendo una visión lorquiana de la Guardia Civil, una visión como de Romancero gitano.
Si hasta una persona tan inteligente y ponderada como Fernando Iwasaki se echa al monte del pre-juicio con tanta alegría y destapa la caja de los denuestos en esta ocasión sin pensárselo dos veces (y, creo yo, sin haberse informado bien del asunto, oídas todas las versiones), es que algo grave ocurre en este país. Quizás que no sabemos aún en qué consiste la normalidad democrática. Esa en que la justicia, simplemente funciona. Con iguales garantías para todos.

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