O incluso sólo impecable. La frialdad o la calentura es cosa de cada cual. Es la que se provoca en el lector la que importa. La que emana del texto. Al menos, como lectora, no juzgo la actitud del escritor en el momento de escribir, ni en el de corregir, ni tan siquiera en el de vivir. Casi diría que no me importa, ¿cómo atreverme entonces a opinar sobre cuál "debe" ser, con todo lo que ese verbo implica?. Es su talento (si lo tiene) el que debe tocar mi alma. De juzgar algo, juzgo el texto. Saludos, Enrique, es un tema muy interesante. Me ha llevado a cometer el error de hacer un comentario más largo que la entrada. Mis disculpas;-)
como se nota Enrique que te gusta poco ser profesor, y corregir a tus alumnos, en tal caso, bravo por tu blog. Vuelve maestro y degustanos con una de esas clases tuyas que tanto nos hace reir ;). Que se mejore. Saludos.
6 comentarios:
O incluso sólo impecable.
La frialdad o la calentura es cosa de cada cual. Es la que se provoca en el lector la que importa. La que emana del texto.
Al menos, como lectora, no juzgo la actitud del escritor en el momento de escribir, ni en el de corregir, ni tan siquiera en el de vivir. Casi diría que no me importa, ¿cómo atreverme entonces a opinar sobre cuál "debe" ser, con todo lo que ese verbo implica?. Es su talento (si lo tiene) el que debe tocar mi alma. De juzgar algo, juzgo el texto.
Saludos, Enrique, es un tema muy interesante. Me ha llevado a cometer el error de hacer un comentario más largo que la entrada. Mis disculpas;-)
como se nota Enrique que te gusta poco ser profesor, y corregir a tus alumnos, en tal caso, bravo por tu blog. Vuelve maestro y degustanos con una de esas clases tuyas que tanto nos hace reir ;). Que se mejore. Saludos.
Muy real Enrique.
Mejórate.
un autocrítico impecable...
qué buen título para una comedia de figurón...
disfrute el silencio, Enrique...
y cuando vuelva, tropiece al entrar...
me gustaría asistir de oyente...
yo no soy la cruz de nadie
todo bien bien
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