Su poesía nos habla casi siempre en tono coloquial, desparramado y suelto, con toques de surrealismo, ma non troppo, pero su verso adquiere a veces un aire confesional, como sucede en este AHORA APREMIA EL CALOR, donde el poeta parece ajustar cuentas consigo mismo o, más bien, con un ego del pasado:
Acusado en otro tiempo de polémico y confesional,
me he limitado a escribir versos,
a asentar la cabeza en los inconvenientes
y a negar toda duda sobre mi condición
de hombre cualquiera
Sin embargo existe la certeza
evidente,
que el crítico no es hombre.
Mi persona se fundamenta exclusivamente
en los quehaceres propios de esa condición,
tales como el dormir, trabajar o amar
a una mujer que ya conocen
y le dedican libros.
Ahora apremia el calor y apenas
una brisa de aire por las noches
rodea el cuerpo desnudo de un hombre
que recuperó en otro tiempo la certeza
y la sensatez.
1 comentario:
Bien definido este poema Enrique cuando hablas del ego, esa travesía hacia el interior que desde mi punto de vista no excluye manera alguna de perdonarse a uno mismo, incluso a través de un poema que nos sirve de reflexión. Aún creyendo que la condena es sólo de un tiempo pasado.
Te dejo una cita de Rumi:
Mirad estos mundos que giran
salidos de la nada.
Eso está dentro de vuestro poder.
Un beso.
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