SONETO PARA EL FINAL
Tal vez, cuando después de haber vivido
llegue un amanecer a despertarme
les diga a los que puedan escucharme:
¡Qué sueño tan extraño el que he tenido!
Porque, efectivamente, si no ha sido
más que un sueño la vida, al acordarme
de tanto como vino a enamorarme
tendré que darlo todo por perdido.
Tanto peregrinar, tantos sucesos,
tanto cambiar las penas por los besos,
tanto opinar y tanto desengaño,
cuando, de pronto, acabe con la muerte
con el que al otro lado me despierte
comentaré: ¡Qué sueño tan extraño!
2 comentarios:
Qué soneto tan extraordinario.
Descanse en paz el leonés de corazón, el poeta y el soldado.
Publicar un comentario