No sé yo si Cien años de soledad cambió la literatura, pero lo que es seguro es que cambió la vida de Gabriel García Márquez.
Pasados cuarenta años de su publicación, vendrán celebraciones, homenajes, suplementos y polémicas.
¿Es o no una obra maestra?
Ya se sabe que en literatura la reválida tarda cuando menos un siglo en llegar. Pero en la encuesta que he colgado podemos apostar. Y a ver qué ocurre.
11 comentarios:
Yo le tenía cierta tirria al autor, por sus abracitos con Castro. Pero Cien años de soledad es una obra maestra, que habla con la voz de los mitos, es todo poesía sin nada perecedero. Si acaso, puede dar cierta sensación de asfixia, entre el incestuoso sudor, la lluvia desbordada, la lluvia de pétalos, las bananas, el aparente desorden de la estirpe, la sangre reseca, y la violencia. Y el hecho de que los muertos se codeen con los vivos. Pero todo esto forma, con palabra poética, un mundo propio que ya nunca olvidamos.
La leí con catorce años y el efecto fue deslumbrante. Temo releerla para no decepcionar la primera impresión, en plena adolescencia. Ahora estoy en otra onda, de vuelta, pero estoy convencido de que "Cien años de soledad" es una novela magistral.
Hace 20 años la leí con entusiasmo. Fue una conmoción estética, no recuerdo un impacto literario semejante.
Hoy no ha aguantado el paso del tiempo, todo se quedó en fuegos de artificio. No me sucede lo mismo con Borges, que es imperecedero, o con Cervantes, con el que antes no podía y cuya figura no para de crecer.
Para realismo mágico del bueno, Álvaro Cunqueiro, un gran desconocido.
Quizá deba pedir perdón a la polis, al mundo entero, por no haber leído Cien años de soledad. Y lo intenté, pero... el realismo mágico no es (o no ha sido hasta ahora) lo mío. Por otra parte, las bibliotecas están lleeeeeenas de libros. Por eso me molesta la sacralización de esta novela, tan festejada, y su lectura ininterrumpida en un templo (la Casa de América), por sacerdotes y sacerdotisas: Iñaki Gabilondo, María Teresa Fernández de la Vega, Leire Pajín, Trinidad Jiménez, Marisa Paredes... Sí he leído y me gustaron mucho Crónica de una muerte anunciada y Noticia de un secuestro.
Cuánto me alegra, Dal, que cites a Cunqueiro, que me gusta más que García-Márquez, también. "Las mocedades de Ulises" es para mí una obra deslumbrante, epifánica. Y sus "Fábulas y leyendas del mar", recopilación de artículos, es un delirio de invención y verbo elástico, sencillo y a la vez nervioso. Sólo recuerdo a su altura "El bosque animado" de Wenceslao Fernández Flores, aunque es otra cosa, más calma y ensoñada, con algo menos de ironía y guasa de aldeano en la taberna.
Es una de las mierdas más grandes que se han escrito. A la tercera página me moría de la risa de lo mala que es y de las tonterías sin ton ni son que cuenta.
Para mí es un misterio el éxito de una novela tan malísima.
A mi, "Cien años de soledad",me produce esa sensación extraña como con algunas películas.
Sí,es una buena novela que no ha resistido el paso del tiempo.No llega a "obra maestra",y a mi juicio,es muy inferior a "Bomarzo" de Manuel Mújica Lainez.
Coda:La primera vez que vi "ET.el extraterrestre",salí del cine diciendo "es una obra maestra".
Diez años despues,al volver a verla,me importa un....,si el extraterrestre cabezón sobrevive o no.
Apostilla:Cada vez que revisito "Casablanca",no pierdo la esperanza de que,al final,Ilsa suba al avión con Rick.
La leí con dieciséis años y fue un deslumbramiento absoluto, la constatación de que había otra forma de hacer literatura (a la que yo conocía por entonces, claro está). Luego la releí y me siguió pareciendo una obra extraordinaria. Sí, es una obra maestra, como Crónica de una muerte anunciada. La verdad es que no estoy seguro de cuál me gusta más de las dos..
yo es que la leí obligada, y a lo mejor no vale. ¡Pero no me gusta...! (Soy así de irracional)
Es curioso que todos la hayamos leído en la adolescencia, y con el mismo deslumbramiento.
Yo volví a leerla y no es que aguante (el verbo implicaría desgaste o pérdida), es que es lo que es, un libro extraordinario, una obra maestra, sí.
A mí fue Rayuela la que se me quedó coja por alguna de sus patas. (Pero le quedan patas bastantes para seguirla teniendo muy alta)
Emilio, tienes más razón que un santo.
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