LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle

domingo, 12 de julio de 2009

¿Estado residual?


Sienten muchos, y no pocos lo afirman en voz alta, que el español se ha convertido en un Estado residual, al que le es ya poco menos que imposible cumplir con sus funciones.

No creo yo que la expresión sea acertada, porque no describe bien el fenómeno real. En el Estado autonomizado (o lobotomizado), el Estado no ha disminuído sino todo lo contrario. A las ya amplísimas funciones que progresivamente se ha ido arrogando en los últimos dos siglos, ha añadido otras y otras y otras... Ya no se nos mete sólo en los bolsillos, sino en la mesa, diciéndonos lo que tenemos que comer o que beber, en el coche, y hasta en la cama, diciéndonos con quien podemos o no podemos compartirla (con alguien de tu propio sexo, sí; pero de otra especie, de momento, no). Y por si no fuera bastante, el Estado pretende metersenos en nuestra conciencia, como un chip alojado en el cerebro descargando periódicamente impulsos magnéticos de educación para la ciudadanía.

Todo esto es, por supuesto, discutible. Lo que no admite discusión son los hechos y las cifras: aumento imparable del número de funcionarios, duplicación de servicios inservibles, crecimiento desaforado de la deuda, presupuestos cada vez más elefantiásicos.

No, no vivimos en un Estado residual, sino en un Estado de excrecencia creciente, un Estado neoplásico a punto de metástasis.

Lo que pasa es que la hidra de las siete cabezas ha mutado en la hidra de las diecisiete, si es que no dieciocho, contando el gobierno "central" (ante nacional). A ese repugnante espectáculo de bocas hambrientas asistimos estos días de reparto nada igualitario.

No vivimos en un Estado residual, ojalá, vivimos en un Estado atomizado, multiplicado en diecisite átomos que esperemos no estallen algún día. Aunque lo que yo espero, la verdad, es que los que estallen sean los españoles. Que algún día se les acabe la paciencia, o se les caiga la venda de los ojos...

Es mucho esperar, sí.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué envidia dan los tan denostados Estados Unidos de América! El lema de su escudo es E PLURIBUS UNUM Nosotros parece que vamos al revés (aunque les copiamos lo más hortera). Nuestro lema podría ser: EX UNO PLURES, sin aprender ni de César (DIVIDE ET VINCES) ni de la decadencia de Al-Andalus, esa étapa ahora casi mítica de nuestra historia que fue vencida al convertirse en los reinos de taifas.

JSM dijo...

Vivimos en una mierda de estado.

Si esto es un estado, yo soy una botella de DYC.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo. Un estado fragmentario y desigual (dineros para las autonomías que el gobierno necesita) es un estado inexistente, como esta democracia de segunda fila.
Saludos.
Lola

Auberon Quin dijo...

Chesterton llevaba razón cuando afirmaba que "el mejor estado es el más pequeño" (lo que, por cierto, hace pensar mucho en la familia...).
Un saludo y gracias por la entrada.