No podemos escribir hoy como se escribía ayer. No podemos escribir un soneto de Lope, una comedia de Moratín, ni siquiera una novela de Baroja.
Pero podemos seguir leyendo a Lope, a Moratín, a Baroja...
No podemos escribir La Odisea ni la Iliada, pero nos sigue asombrando su lectura.
El hoy es diferente del ayer. ¿Diferente?
Quizás hoy es todavía ayer, y hoy de pronto es ya mañana. Y siempre es siempre.
Extrañezas del tiempo.
2 comentarios:
Bueno Enrique, será por eso entonces que el Blog, es siempre.
Cuánta vida en este blog! Me ha gustado mucho.
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