La pena me mata.
Saber que te quiero y conocer que eres
una mujer mala.
*
El sol y la luna
y las estrellas que hay en el firmamento
en la risa tuya.
*
Me acuerdo de ti,
y cuando me acuerdo me acuerdo también
de lo que es sufrir.
*
Dame tú la droga
que a mí me mantiene vivo en esta vida,
y dámela ahora.
*
Ciérrame los ojos,
por Dios te lo pido, que tú me los cierres
con tus labios rojos.
*
Cuando pienso en ella,
para no volverme loco voy y pienso...
en otra cualquiera.
*
Macetas de albahaca,
cómo me acuerdo de las de mi madre
cuando las cuidaba.
*
Un camino llevo
tan largo, tan largo desde que nací...
¡y nunca me encuentro!
*
Es Andalucía
guitarra que canta, guitarra que llora,
pena y alegría.
*
El sol cuando sale
no alivia mis penas, si acaso les pone
esta luz granate.
Saber que te quiero y conocer que eres
una mujer mala.
*
El sol y la luna
y las estrellas que hay en el firmamento
en la risa tuya.
*
Me acuerdo de ti,
y cuando me acuerdo me acuerdo también
de lo que es sufrir.
*
Dame tú la droga
que a mí me mantiene vivo en esta vida,
y dámela ahora.
*
Ciérrame los ojos,
por Dios te lo pido, que tú me los cierres
con tus labios rojos.
*
Cuando pienso en ella,
para no volverme loco voy y pienso...
en otra cualquiera.
*
Macetas de albahaca,
cómo me acuerdo de las de mi madre
cuando las cuidaba.
*
Un camino llevo
tan largo, tan largo desde que nací...
¡y nunca me encuentro!
*
Es Andalucía
guitarra que canta, guitarra que llora,
pena y alegría.
*
El sol cuando sale
no alivia mis penas, si acaso les pone
esta luz granate.
7 comentarios:
Olé.
Me gustan mucho la segunda, la quinta y la última. Y ese "...y dámela ahora". Eso es atrapar el instante(o intentarlo:-)
Parecen una especie de coplas dispuestas en forma de haiku. Dado que copla viene de cópula, podría llamárseles copulaikus, que es nombre como de refresco veraniego entre griego y japonés.
hola
Es curioso, la copla que en principio se espera alegre, está llena de estrofas desgarradas.
Un saludo
Anda que no dan juego las servilletas de la calle Levíes.
Un saludo.
Y que lo digas, Javier, y que lo digas...
Qué cálidas, nostálgicas y bellas.
¡Qué hermosas servilletas, quién tuviera una cada día para solazarse con esos versos!
Un beso.
Lola
Publicar un comentario