Varapalo de Miguel Gacía-Posada, en el ABC de las Artes y las Letras, al poeta Carlos Marzal, con ocasión de la publicación de El corazón perplejo, su poesía reunida. Distingue el crítico dos etapas en la poesía de Marzal. La primera, de línea figurativa y realista, coloquial y manuelmachadiana, abarcaría sus dos primeros títulos, El último de la fiesta y La vida de frontera (ambos en Renacimiento). La segunda, a partir de Metales pesados (ya en la cuadra de Tusquets), inaugura una nueva manera, tendente a lo metafísico con mayúsculas, al simbolismo rimbombante, al poema grandilocuente y pretencioso, que García-Posada está lejos de aprobar: "no nos parece -dice el crítico- que el abandono de ese tono nada solemne y de orientación coloquial le haya beneficiado de modo especial".
No hay, pues, uno sino dos Marzal. ¿Habrá un tercero?
1 comentario:
La crítica literaria, como todo género, mayor o menor, tiene sus propios "topoi" y su propia retórica, que de vez en cuando es necesario renovar para garantizar su eficacia. Prohíbasele a un crítico cualquiera (y cualquiera que sea su pelaje estético) utilizar los términos "etapa", "trayectoria", "evolución" y demás hojarasca formularia... por no hablar de las obligadas filiaciones a grupos, grupúscuslos, generaciones, revistas, editoriales, cuencas, comarcas y padrones literarios o de la cita brillantemente encajada de la autoridad académica pertinente... seguramente firmaría en adelante reseñas notablemente menguadas en extensión y aligeradas de tinta. A lo mejor, incluso lograría dar la impresión de haber leído el libro reseñado.
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