Leo a Bernanos, un novelista de mucho predicamento en tiempos, pero que ahora parece no tener lectores. Su Diálogos de carmelitas, que creo que es la primera y la última pieza teatral que escribió, ya al final de su vida, me sobrecoge. Trata de unos hechos reales acontecidos durante la Revolución francesa: la persecución y muerte de unas religiosas carmelitas. ¿Por qué estas obras no se reponen en los teatros? Venga Valle Inclán, venga Lorca… hasta en la sopa. Qué pesadez, qué hartura.
En cambio, la otra obra que he leido de Bernanos, el Diario de un cura de aldea, me ha dejado indiferente. No la he logrado terminar sin esfuerzo. A saber por qué: no pretendo hacer ahora crítica literaria.
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