Lo que Berkeley inventó no fue propiamente un sistema filosófico, sino una nueva rama del arte de los mercaderes. Y, de paso, se adelantó varios siglos a la idea misma de la televisión.
Esse est percipi:
Si no te ven, no existes (traducción algo libre, lo confieso).
2 comentarios:
Ummmmm... Más que libre la traducción, libérrima. ¿Que pensarán desde el Nibelheim?
¿Fué Revlon el espabilado que se dió cuenta de que debía fabricar cométicos, pero vender sueños?
Publicar un comentario