AL FINAL DE LA TARDE
Al final de la tarde
dime tú ¿qué nos queda?
El zumo del recuerdo
y la sonrisa nueva
de algo que no fue
y hoy se nos entrega.
Al final de la tarde
las rosas siguen lentas
abriéndose y cerrándose
sin caer aún en tierra.
Al final de la tarde
no vale lo que queda
sino el impulso mágico
de la verdad completa.
Queridas Alba y Nazaret:
He elegido este poema de Ernestina de Champourcin porque es muy bello. Dice mucho con muy pocas palabras. Y evoca un misterio que, después de todo, es el gran misterio de nuestra vida. Al final, al final de la tarde, ¿qué nos queda? Y siempre parece que nos falta algo, que sin embargo podríamos tenerlo todo...
Yo no creo mucho en las generaciones literarias, vamos, no creo casi nada, ni tampoco en las marcas registradas (Producciones del 27 S. A.), y ahora mismo, me apetece leer poetas menos conocidos, o menos reconocidos, más ocultos, más olvidados, que no han tenido tanta suerte en los manuales de literatura. Por eso quería fijarme, y qué os fijarais, en la poesía de esta mujer que murió en una residencia de ancianos en 1999.
No hay comentarios:
Publicar un comentario