Cuanto más se medita sobre la materia y el tiempo, más se cae en la cuenta que el universo es una fantamasgoría inexplicable, apenas sustentada por nuestra contemplación. Por eso el estudio del tiempo y de los fenómenos cuánticos comienzan por indagar la naturaleza de la conciencia, realidad evanescente y misteriosa. ¿Pero cómo la conciencia se explicará a sí misma?
Es el conócete a ti mismo, en efecto, y también el agustiniano "la verdad está dentro de ti". La pregunta de Joaquín es la fundamental, la previa a todo. Ah, si yo pudiera explicarla... Si alguien pudiera.
3 comentarios:
¿Eso no es una paráfrasis del "conócete a ti mismo..."?
Cuanto más se medita sobre la materia y el tiempo, más se cae en la cuenta que el universo es una fantamasgoría inexplicable, apenas sustentada por nuestra contemplación. Por eso el estudio del tiempo y de los fenómenos cuánticos comienzan por indagar la naturaleza de la conciencia, realidad evanescente y misteriosa. ¿Pero cómo la conciencia se explicará a sí misma?
Es el conócete a ti mismo, en efecto, y también el agustiniano "la verdad está dentro de ti".
La pregunta de Joaquín es la fundamental, la previa a todo. Ah, si yo pudiera explicarla... Si alguien pudiera.
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