LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle

martes, 18 de diciembre de 2007

Cincuentones y desconocidos

Ayer, último día de clase antes de las vaciones de Pascuas. Decido salirme del programa, y leerles a los estudiantes de segundo de filología hispánica algunos poemas de autores actuales. Me llevo a clase el libro "Treinta años de poesía española", de J. L. García Martín. Enumero, antes, la nómina de los poetas incluidos. Todos, salvo alguna excepción, andan por la cincuentena y hasta la sesentena. O sea, que de poetas jóvenes, nada.
Pero ningún nombre les suena. Ni siquiera los sevillanos Fernando Ortiz, Javier Salvago, Abelardo Linares... que se los podrían encontrar por cualquier esquina. Tampoco Trapiello les dice nada, Luis Alberto de Cuenca (que luego, por cierto, es el que más les hace sonreír cuando les leo "La malcasada") menos aún. Nada, ninguno. Sólo Felipe Benítez Reyes es conocido por una alumna... que resulta ser de Rota, y que dice que es porque lo ve, los veranos, por las calles de su pueblo del brazo de Joaquín Sabina.
No quiero hacer jeremiadas ni sacar conclusiones estilo informe PISA (con garbo).
Sólo, quizás, que los poetas que esto lean exclamen al unísono: Vanitas vanitatis...
Y también, desde luego, que debo leer con más frecuencia en clase textos de autores "que no vienen en el programa". Algo así como vocear las novedades. Aunque ya no sean novedades.

2 comentarios:

Andrés dijo...

Pensé que en la machada elitista de Juan Ramón "a la minoría siempre" estarían incluidos, qué menos, los alumnos de Filología Hispánica, de los que uno piensa que van a dedicar sus vidas a las letras. Pero ni eso. La minoría se ha quedado en mero humo.

Yo estuve por esos pasillos sevillanos de la Fábrica de Tabacos, alumno de Hispánicas también, y recuerdo que cuando algún compañero me veía sacar un libro de la biblioteca la primera pregunta que me hacía era que qué profesor lo había mandado. Si un alumno de Filología presenta semejante entusiasmo por la lectura muy poco se puede hacer.

Saludos. Recuerdo sus clases con cariño.

Joaquín dijo...

En la pasada Feria del Libro Antiguo, oí decir a los libreros que Sevilla no tiene parangón con Granada en inquietudes intelectuales de los jóvenes. Los estudiantes granaínos se mueven más. Sería interesante indagar qué pasa en Sevilla, que retrocede manifiestamente. Aunque somos tantos, que siempre tendremos minorías en la ciudad.