LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Jugar con fuego

La República (me refiero a la segunda) no la trajo ningún plebiscito (las elecciones, municipales, las ganaron los monárquicos por amplia mayoría), ningún vibrante discurso de don Manuel Azaña (que bien escondido estaba por esos días), no, la República la trajeron los monárquicos, empezando por los felones Alcalá-Zamora y Miguel Maura y terminando por Romanones y Sanjurjo. El Rey se fue (porque, por lo visto, era el culpable de todos los males), y ya sabemos el desastre que comenzó a fraguarse desde 1931.
Ahora se me quedan los ojos a cuadros al leer el artículo de Agapito Maestre (que algo debería saber de historia) en el diario digital que dirige Jiménez Losantos o al escuchar a los contertulios de La Mañana de la COPE.
¿Qué pretende don Agapito Maestre? ¿Que el Rey lanzara una regañina al gobierno y su política? ¿Que entrara en la arena política partidaria? Imaginemonos la escena, con las familias reunidas en torno a la mesa. Después de escuchar un discurso beligerante del Monarca, primos y hermanos, padres e hijos, suegras y yernos se enzarzan en una agria discusión, porque no todos piensan lo mismo aunque pertenezcan a la misma familia. La cena de convivencia familiar acaba como el rosario de la aurora. Evidentemente, no era el marco.
Pero es que nunca lo es, porque el Rey no es un político. Es más, ni siquiera es, como dice Agapito, "la cabeza visible de la jefatura del Estado" (pasemos por alto la incoherencia: ¿es que hay una cabeza invisible de dicha jefatura?). Un Rey es algo más que eso y algo menos que eso: es la encarnación de la Patria en su continuidad histórica.
¿Su papel moderador? Desde luego, pero ese poder no es para ejercerlo en público y bajos los focos, sino en la discreción, en la reserva y en la prudencia.
¿Qué pretenden Agapito Maestre, Jiménez Losantos et alii? ¿Que el Rey descalifique en público a un gobierno legítimo y que por lo tanto no es otra cosa que el gobierno de S. M., como suelen decir los británicos? ¿Que de moderador se convierta en beligerante?
¿Qué pretenden Agapito Maestre, Jiménez Losantos et alii? ¿Que el Rey les haga la campaña electoral? El que quiera ganar unas elecciones, que haga lo posible por ganarlas. Si estos señores quieren otro gobierno, incluso otra Constitución, luchen en buena lid por ello. Si el PP les parece un partido blandito y merengue, pues funden otro, como han hecho Ciudadanos o Rosa Díez. Pero no exijan al Rey lo que el Rey ni puede ni debe hacer.
Mi entusiasmo por la política de Rodríguez Zapatero, o por determinados aspectos de la vigente Constitución, es perfectamente descriptible. Pero mucho más desconfío de proclamas tan frívolas e irresponsables (y cobardes, porque atacan a quien saben no puede defenderse) como ésta con la que hoy se nos descuelga don Agapito Maestre. Mucho más miedo -sí, miedo- me dan los que "amenazan" al Rey con retirarle su confianza o su lealtad si no actúa como ellos esperan.
Poco falta para que los españoles hablen en las urnas. Y todos acataremos su veredicto (aunque no lo compartamos). Y el Rey, el primero.
Poco falta para que los españoles hablen en las urnas. Hagamos todos el esfuerzo necesario para convencer a nuestros conciudadanos. Para cambiar el signo del gobierno. Y yo soy de los que opinan que esta legislatura ha sido ca-tas-tró-fica.
Pero, entretanto, señor Maestre, señor Losantos, vamos a dejar de jugar con fuego. Es peligroso. ¿lo sabían?

9 comentarios:

Isaac García Expósito dijo...

Sed contra..., si el Rey no defiende la Nación de lo que es un mal evidente, entonces, ¿para qué queremos Rey?.

El Rey Balduino abdicó para no firmar la Ley del Aborto en Bélgica. Se dirá que fue un acto fútil, pero al menos mostró que el monarca no estuvo de acuerdo con la Ley. Coherencia.

¿Y el nuestro?.

Lopera in the nest dijo...

Prof. Baltanás, ¿me permite recomendarle la diatriba que Pérez Reverté ha publicado recientemente?. Duele leerla, pero hay que hacerlo.

Morgenrot dijo...

He leído el artículo de A.Maestre, y escucho desde hace años a Jiménez Losantos.
Soy monárquica por creencia y por herencia, pues mi familia lo era.

Estoy en total desacuerdo con esa tendencia que existe en la derecha española de que el Rey tome posturas políticas determinadas que favorezcan los , según dicha tendencia, intereses generales y supremos de la nación española.

No, ese no es el papel del Rey y su actuación puntual en circunstancias graves están reguladas en la Constitución.
Esas circunstancias no se han producido, pese a la lamentable legislatura que llevamos.

Cuando ZP fue elegido, tuve la certeza que haría "santos" a Alfonso Guerra y a Felipe González.
Creo que no me equivoqué.
El error estuvo en el pueblo que votó , a mi entender, a favor de los intereses de los autores del 11-M.
Si el Rey, como dice Maestre , denuncia a quienes lo están poniendo a los pies de los caballos, el que se mete en la boca del lobo sería el propio Rey.
El Rey no está al margen de la realidad, está "sufriendo" la triste realidad que nos ha tocado vivir.
Dice el articulista que el Rey manifiesta "incapacidad de rencor", pues faltaría más...Él no se puede permitir el rencor y, menos, manifestarlo por activa o pasiva.

El Rey representa a todos los españoles , pero la soberanía recae en el pueblo.Ese pueblo aborregado por los medios de comunicación . Y es ese pueblo el que va a decidir en las urnas quién debe gobernar. Después vendrán los pactos entre partidos y otras "gamberradas" políticas. De ahí resultará el gobierno que "comerá de la olla" y que marque las líneas a seguir en los proximos años.
Espero que me equivoque y resulte ser una pesimista sin remedio, pero no tengo muchas esperanzas de que tengamos un gobierno medianamente decente y que sea capaz de llevar a España por el mejor camino posible.
Nb: nos hace falta un giro de , al menos, 180º.

GFO dijo...

Siento disentir de usted,estimado Baltanás, pero es que no es así la cosa.
El Rey,por omisión o estado silente, ha permitido toda la deriva secesionista,nazionalista e independentista que Zapatero ha marcado en esta legislatura.
No ha dicho esta boca es mia,si no que al contrario,ha repartido abrazos,confidencias y "borboneos" al oido,con los Ibarreches,Carod y demás fauna.
Precisamente,con los que quieren ponerle la maleta en la frontera.
No contento con esto,Baltanás,el Rey mostró su apoyo expreso al proceso de negociación con ETA, que Zapatero llevaba(lleva) a cabo, posicionanadose como Jefe del Estado en un asunto que fractura a la sociedad,en un lado del tablero.
Ha intentado moverle la silla a Federico,por que como dice SanIsidoro con tino "si el Rey no defiende la Nación de lo que es un mal evidente, entonces, ¿para qué queremos Rey?".
Acojona pensar que el Monarca, con la que está cayendo (Estatuto de Cataluña, quema de fotografías, referendum de autodeterminación de Ibarreche, cuestionamiento de la unidad nacional, etc, etc...) esté más preocupado de moverle la silla a un periodista, que de cumplir sus funciones como Jefe del Estado.
El silencio del Rey ha pasado a nivel 3 ; o sea, a pasotismo absoluto, mientras le sigue pegando abrazos a Ibarreche o a Pepe Luis Carod-Rovira, que como todo el mundo sabe, everybody, son monárquicos convencidos y españoles ejemplares.

Anónimo dijo...

Recientemente, y con motivo de la quema de fotos de los Reyes (aunque no recuerdo en qué medio impreso fue), tuve la ocasión de leer un chiste gráfico en que se veía al Rey sentado en una silla y mirando de reojo hacia arriba con cara de sorpresa, mientras era golpeado cariñosamente en el hombro por el espíritu de Franco, que salía de una nube y le estaba diciendo: "Eso te pasa por ser tan campechano".

Creo que el chiste descrito resume bastante bien lo que yo quiero decir a continuación (y que es el problema de fondo que se trata aquí).

En esta cuestión me gustaría dar una de cal y otra de arena y si, por un lado creo que el Rey —a quien debemos la democracia, no lo olvidemos— tendría que intentar hacer algo más de lo que, por lo visto, ha hecho hasta ahora en estos últimos cuatro años (que parece haber sido nada de nada) —como afirman San Isidoro y Gutiforever—, por otro (y esta es la de arena) estoy completamente de acuerdo con nuestro anfitrió Baltanás en que esa potencial actuación debería llevarse a cabo en la más absoluta discreción. Pienso que el monarca tiene los medios y la influencia suficientes como para poder imponer criterios y aunar voluntades, pero debe hacerlo con todo el cuidado del mundo, de manera que ello no trascienda. Sobre todo, en efecto, si sus actuaciones van en contra de un gobierno legítimamente elegido, por nefasto que éste sea (como es el que estamos padeciendo desde 2004).

Quizá lo más efectivo es que su Majestad actuará no tanto por acción —lo que le comprometería muy gravemente— cuanto por omisión; es decir, por medio de gestos que muestren su desapego (e incluso desagrado) hacia los nacionalistas, hacia determinadas actuaciones del Presidente del (des-)Gobierno, etc. De este modo, la cosa resultaría mucho más sutil y evanescente para el común de los mortales, pero estaría repleta de significado político y resultaría muy eficaz como medida de presión.

Lo cierto es que el sistema erigido en la Transición no estaba en absoluto preparado para lo que ha llegado a ocurrir: que el propio Zorro (con Z de Zapatero) se haya puesto al frente del gallinero para cuidarlo. En esas condiciones, ¡ustedes me dirán! Ni el propio Fraga, con todo el Estado metido en su cabeza —como se decía en aquellos gloriosos tiempos repletos de esperanza— pudo prever que eso fuera a ocurrir.

Saludos desde el Nibelheim.

canalsu dijo...

Lo que nos faltaba es que el rey abdicara. No puedo ni imaginarme los anuncios: República de lo que quede de España.

Luís Pizarro o Pepiño Blanco tienen hoy en día más poder que el rey, eso dice bastante de nuestra democracia, el resto puede explicarlo López Garrido. La cuestión es que hemos perdido el norte, la brújula es un mal video de youtube…

El rey, que si hace o puede hacer algo será considerado casi como un golpe de Estado, nuestra excusa.

Aquilino Duque dijo...

El Rey no es la bandera. Es el palo de la bandera.

Anónimo dijo...

pues a mí aun me quedan algunas espernzas(no sabía que era contable) de que el rey haga algo, enla oscuridad o bajo los focos, me da igual, preferiblemente lo que sea mejor para la Patria, que no sé que será, pero por lo menos que haga algo. Si no, no quiero Rey, porque el rey no es una figura, no es un símbolo, o por lo menos no sólo, sino que además debe ser ejecutor del espíritu de la Patria, que él tan mal representa.

Si no se comporta como rey, no lo quiero como rey.

Y contra los despropósitos de nuestro actual sistema que se supone moderna y demás solo me queda decir una cosa, sólo para oídos valientes... Viva España.

Ser paciente tiene su precio... dijo...

COMO SIEMPRE, BALTANÁS, TIRANDO PARA EL MONTE, COMO LA CABRA. ME ALEGRA DEFINITIVAMENTE QUE DEJE CLARO DOS COSAS: COPE Y ANTI-ZP. ES QUE DA LO MISMO QUIEN ESTÉ EN EL GOBIERNO, USTED Y LAS GRUYAS QUE RODEAN ESTE BLOG SEGUIRAN DISISTIENDO DE ZAPATERO. MIENTRAS NO ESTABA EN LAPRESIDENCIA NADA ERA TAN CATASTRFICO COMO REALMENTE LO ERA, PORQUE EN EL PERIODO 2000-O4 VAYA TELA COMO ESTBA ESPAÑA, PORQUE BIEN LO QUE SE DICE BIEN NO IBA, ESO SIN QUE EL GOBIERNO SE GASTARA NADA EN NOSOTROS, PERO CLARO ENTRAMOS EN LA PARTICIPACIÓN DE ESTA CAMPAÑA DEL TERROR, DESTRUCTIVA, Y MALOLIENTE QUE TIENE LA DERECHA EN NUESTRO PAÍS. PUES QUE ESPERE LA DERECHA EL VOTO MIRANDO CARA AL SOL.

PERO QUE PENA HACER POLÍTICA DERRIBANDO AL OTRO,BUENO MATIZO, INTENTANDOLO.

COMO ME GUSTA DECIR, VIVA ESPAÑA, PERO NO ESA QUE PENSAIS.