Una cuestión, mínima, quizás intrascendente, quizás mejor nimia, que suscita el poeta y novelista Álvaro Valverde (que adivinamos lo que va a votar), es la que planteo en la nueva encuesta.
¿Debe emplearse la mayúscula, que por eso se llama versal, al inicio de cada verso? ¿Favorece o entorpece la lectura? Era el uso tradicional, hoy desechado por la mayoría de los poetas, tipógrafos y tipógrafos poetas.
Ahora sólo recuerdo el caso de Cernuda, que se ceñía siempre a este uso consuetudinario.
El panorama internacional está nublado, el nacional está alicaído, nos han subido la hipoteca y la cuesta de enero está al caer. Dediquémonos a lo nimio. Primores de lo versal.
11 comentarios:
Ni en los Acrósticos.
Pues yo confieso estar muy dubitativo sobre esta cuestión y no sé aún qué votar. Voy a repasar libros, a ver qué impresión visual me causan.
Yo, la versal, no la recomiendo. Otra cuestión, también peliaguda, es cómo se va perdiendo (por el general desconocimiento de los maquetadores, salvo excepciones) el tratamiento riguroso de un poema en un libro. La norma clásica exige que un poema debe sangrarse respecto al margen izquierdo tomando como referencia la distancia que tiene a dicho margen el verso más largo centrado. Si un verso desborda la caja, la parte desbordada seguirá a ese verso, alineada a la derecha tras un claudatur:
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Esto último, en la tradición española. En la anglo-sajona, la parte desbordada asume sangría francesa (sirve también para el verso tipo "aleixandrino"):
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En estos contextos, se debe aplicar guionado si es necesario. El título del poema, siempre ha de ir centrado.
Me es "imperpendicular" —como dicen en cierto pueblo que conozco de oídas para expresar la indiferencia—, en el caso de las poesías tradicionales. Otra cosa bien distinta sería el tema de los acrósticos. En tal supuesto, y frente a lo que opina el Anónimo de la primera entrada, los versos no sólo han de comenzar con mayúscula, sino que incluso éstas deberían ir destacadas en negrita. Visual y estéticamente es mejor. Y uno es tan hedonista (a pesar de ser un enano con el corazón más negro que el cabrón)... ¡Huy, perdón, quería decir "carbón"!
Así pues, voto por el empleo de mayúscula o minúscula ("imperpendicularmente") en el caso de las poesías tradicionales —y así lo haré constar en la encuesta realizada por nuestro anfitrión— y por mayúsculas con negrita para los acrósticos (aunque no se haya propuesto una pesquisa a este respecto).
Saludos desde el Nibelheim.
P. S.: Muy orteguiano el final de su intervención, amigo Baltanás.
En momentos de crisis y (es de esperar) cambio político, económico, social, moral, cultural..., en que parece que el mundo tiene dolores de parto, es bueno recordar el lema famoso de un economista "alternativo": Small is beautiful, lo pequeño es hermoso.
Yo, a pesar de Cernuda y de Borges, soy partidario de la minúscula. Favorece la fluidez del poema y cada verso se destaca e individualiza suficientemente en el poema. En los acrósticos, es distinto, como señala Alberich el Negro.
Amigo Enrique:
Yo voto por no emplear la mayúscula al principio de cada verso: entorpece la lectura del poema, además de dar la impresión de que el verso precedente acabó en punto. Soy un animal de costumbre.
Pero Cernuda, me parece, no las utilizó siempre, sino sólo en sus inicios. Supongo que por un prurito a lo british. Carmelo Guillén Acosta, que lo hacía en su mocedad, ahora ha reeditado su poesía completa (corregida y aumentada), y ha quitado todas esas versales. Ah, por cierto -lo que inauguraría quizá otra encuesta- ha puesto puntuación a todos los versos en los que prescindía de ella, que eran muchos.
Ya he votado, sí. Vamos, que he dicho que no, que no me gusta nada ese antiguo uso. Pena que Cernuda... No todo iba a ser perfecto. Abrazos.
Hablo desde la esquina de la calle… puede que convenga alguna vez, pero no es aconsejable complicar las cosas si queremos enamorar a los que no saben ni que existimos.
Yo la usaría con prudencia, o con provocación… nunca por costumbre.
Desde luego, la opinión mayoritaria es evitar la versal. Creo que eso está relacionado con la tendencia (reciente) del español a emplear mayúsculas lo menos posible (el alemán sería ejemplo de lo contrario).
Me parece muy interesante la propuesta de Canalsu (sin menosprecio de las demás): "la usaría con prudencia, o con provocación… nunca por costumbre."
No he votado aún, pero creo que me decantaré por la tercera, para dejarle libertad al poeta.
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