"Ayer por la tarde volví al molino y me bañé solo en el estanque. Como siempre, al entrar, ese baño me pareció el primero. Como siempre, al salir, tuve la sensación de que era el último."
Cuando toda España es un incendio, cuando todo el mundo está crispado, convulso, sofocado (y no sólo por las altas temperaturas), yo me detengo en estas líneas que Álvaro Valverde escribe en su blog.
¿Por qué me refrescan el alma, por qué me la enervan y me la descrispan, estas pocas líneas, estas tres frases apenas? ¿Quizás porque yo también me he bañado en el estanque de un molino? Hace mucho, hace demasiado tiempo. Álvaro aún puede sumergirse en sus aguas. Mi molino, que no era mío, ya no existe. ¿O sí? He aquí la utilidad de la literatura. Vuelvo a dar brazadas en las aguas gélidas y oscuras.
3 comentarios:
Me alegro de haber contribuido a aliviar el sofoco veraniego, siquiera sea un poco. Saludos.
Alvaro Valverde: "Ayer por la tarde volví al molino y me bañé solo en el estanque. Como siempre, al entrar, ese baño me pareció el primero. Como siempre, al salir, tuve la sensación de que era el último."
-!El agua debía estar tela de fría¡
-!O que no está acostumbrado a darse un baño el tal Valverde¡
Tampoco se puede descartar la hipótesis del corte de digestión.
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