Hay que tener mucha valentía para retratarse sin retoques. Para aparecer ante los focos sin maquillaje, como lo hace Javier Salvago en sus Memorias de un antihéroe (Renacimiento).
Puede que alguien crea que este primer tramo de sus memorias (en la presentación anunció Javier que se propone continuarlas) reflejan sólo un caso personal. Se equivocaría. Las de Salvago son las confesiones de un hijo del siglo. O, más exactamente, de un hijo del 68.
1 comentario:
Notici'on. Me voy a iberlibro.
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