Por mucho que Juan Antonio González-Iglesias se empeñe, Eros es menos. Aunque, siendo menos, ya es algo. Algo sin lo que algunos -me temo que muchos- no sabríamos vivir.
Por lo demás, a mí no me gusta mezclar bebidas fuertes, ni churras con merinas, y creo firmemente que cada hora tiene su afán y que cada día cuenta con veinticuatro y algunos, ay, hasta con veinticinco.
Y les dejo con un poema erótico, este sí, sin filosofías mórbidas ni místicas alucinógenas, de Porfirio Barba Jacob, que pueden leer aquí.
1 comentario:
Exacto: Eros es más o menos, según los ratos.
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