Esta copla recogida por Demófilo (O. C., t. II, p. 1596)
Yo me casé con usted,
y usted se casó conmigo;
usted por tener mujer,
y yo por tener marido.
¿es sólo un chiste, una tautología, una nonada (por no decir una chorrada)?
Eso parece al pronto.
Pero la musa popular no da nunca puntada sin hilo. Y algo nos quiere decir incluso cuando parece que no quiere decirnos nada.
La mentira romántica insiste en la diferencia radical, en el individualismo irreductible e insustituible. La mentira romántica habla del príncipe azul y de la mujer (o del hombre) de mi vida. Nos quiere convencer de que "ella", y sólo "ella", está hecha para mí, o de que "él" y sólo "él" y nada más que "él" está hecho para mí. Pero hay muchas ellas potencialmente hechas para mí, igual que hay muchos ellos cortados para ella.
Contra el sofisma de don Juan (es su excusa suprema) de que busca a la mujer en las mujeres, la copla popular nos recuerda que cualquier mujer es la mujer, y cualquier hombre es el hombre. La copla desdice la ceguera del deseo metafísico, nos devuelve al realismo de la prosaica y maravillosa realidad.
No sé si me explico. Probablemente no.
Pero sigo pensando que esta copla tiene más miga de lo que parece. Que tiene, por así decir, una lectura en clave girardiana. De René Girard, of course.
4 comentarios:
Tu comentario está a la altura de la copla, que es mucha. Lo que se me escapa a primera vista es la clave girardiana del asunto, y mira que me interesan (el asunto y René Girard).
Yo se la veo (la clave girardiana) en que la copla desmitifica el deseo mimético o metafísico. Suprime al mediador. El amor es la voluntad de amar. Casarse consiste "sólo" en casarse. También, de algún modo, desmitifica la diferencia irreductible y pone de relieve la igualdad de todos.
Temo, Enrique, no haber sabido explicarme ni en la entrada (aunque ver la addenda de hoy mismo)ni en este comentario.
A ver si otro día doy con las palabras. Esto es un brain's storming o puchero de ideas, que podráimos decir en español.
Don Enrique acaba usted de volar mi choza romántica con 2 kilos de tytadine. A mí que se me ha llenado la boca de "ella es la mujer de mi vida".
También es curioso que usted escriba ésto, cuando yo en mi blog he liquidado el ideal del amor más allá de la muerte, estos mismos días.
Bueno, ser un romántico con 27 años es un delito. Ahora soy un escéptico. Aunque no me negará que el romanticismo siempre es más sugerente.
Enrique, he entendido tu explicación perfectamente, porque es excelente. Te doy toda la razón que tienes. Cesáreo Bandera estaría, creo, muy de acuerdo contigo.
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