¿Es la sociedad la que hace las leyes, o son las leyes las que hacen una sociedad?
Un demócrata entusiasta e ingenuo os diría que lo primero.
Un demócrata avisado y ya algo de vuelta os diría que la verdad es más bien lo segundo.
Siempre son las ideas las que producen los hechos, y no al revés.
23 comentarios:
No estoy tan seguro, bien es verdad que no puedo presumir de avisado y tampoco se muy bien a dónde voy (¡como para saber si vuelvo!)
El tema es interesante. Creo que pocas cosas retratan tan bien a una sociedad como sus leyes.
También hay quien aprovecha los hechos para cambiar de idea.
Las sociedades civilizadas nunca legislarón lo que no era necesario que estuviese legislado. En la actualidad hay una manía por legislarlo todo, desde las relaciones intimas hasta la lectura ¿es eso necesario?
Aunque soy de la profesión (jurídica), detesto hablar de las leyes (las normas escritas que aparecen publicadas en los diarios oficiales). Son la tumoración del derecho, que en mi opinión es otra cosa, más relacionado con dirimir controversias. A mí lo que me fascina es ver lo bien que se arregla la gente humilde viviendo, literalmente, al margen de la ley.
Las leyes la hacen los políticos, no la sociedad. Por eso no tenemos democracia. Hay una radical separación entre políticos y ciudadanos.
¿Entonces, usted -Enrique-, cree que antes de que un tal sir Isaac Newton formulara su Ley de Gravitación Universal no "existía" ("no había existencias de", Ortega dixit) la fuerza de gravedad a que nos vemos sometidos?
Salgo al cruce como Javi Navarro. Gonzalo, que los objetos se caían al suelo se sabía desde que Dios creó a Adán. Otra cosa es que la descripción de Newton fuera correcta. Aunque buena solución no explicaba todo, como las órbitas de ciertos planetas: ahí erraba. Pero mucho mejor sin duda que la aristotélica.
La física relativista cambia todo: la gravedad no es fuerza es deformación del espacio-tiempo producida por las masas. Otros físicos buscan el gravitón, partícula elemental similar al electrón, causa de la gravedad.
En síntesis: que hay mucha tela que cortar.
Respecto a la pregunta, contesto. Hay una ley que es la ley natural inscrita en cada hombre. En la conciencia humana-ojo, no conciencia psicológica como se piensa hoy- se encuentra inscrita la Ley Natural.
San Pablo en Rom 2,14-16 utiliza un término equivalente a conciencia (suneidesis) que está directamente relacionado con la Ley: «En verdad, cuando los gentiles, guiados por la razón natural, sin Ley, cumplen los preceptos de la Ley, ellos mismos, sin tenerla, son para sí mismos Ley. Y con esto muestran que los preceptos de la Ley están escritos en sus corazones, siendo testigo su conciencia y las sentencias con que entre sí unos y otros se acusan o se excusan».
El término «suneidesis» aparece en el Nuevo Testamento 30 veces, 26 en San Pablo, 2 en 1 Pe y 2 en Hechos. Es un término eminentemente paulino.
El concepto señala, por un lado, el valor insustituible de la conciencia cuando se trata de determinar el valor moral de una acción concreta. Por otro, alude a las «normas objetivas de la moralidad», es decir a una verdad objetiva que se debe conocer y seguir.
De ahí se deduce que la conciencia pueda errar sin perder su dignidad. Es lo que se conoce como «ignorancia invencible».
Evidentemente ahora hay una confusión entre ley y moral. Actualmente se entiende un concepto de ley muy débil, que es el que marca el Derecho Positivo, lo que crea en la sociedad un notable desconcierto, ya que se piensa que lo marcado positivamente por la ley civil es moralmente bueno. Claramente esto es un error, como se ve claramente en el caso del aborto.
Si las leyes conformaran la sociedad, no se lucharía contra ellas. Sin embargo últimamente estamos en lucha contra la EpC. Por lo tanto las leyes no conforman una sociedad, o por lo menos las leyes humanas. Aunque si influyen, positiva o negativamente.
Por otro lado, si las leyes fuesen una mera construcción societaria, arbitraria, entonces perderían su valor de necesidad, por lo que dejarían de ser leyes.
El problema de la ley en la actualidad, no deja de ser un producto del pensamiento débil y del relativismo moral que nos invade.
Isaac ha hecho un importante comentario, con cuya conclusión estoy de acuerdo: que las leyes reflejan las actuales corrientes escépticas en materia moral.
Tan sólo opondría que cuando hablamos de leyes científicas, civiles o positivas, naturales y divinas, estamos empleando el término "ley" en sentido análogo, ya que cada una de estas leyes son cosas diferentes.
En mi comentario de antes he cometido un "parricidio" contra las leyes, y ahora quiero remediarlo recordando que nuestra vida en común sería ardua si careciésemos del Código Civil, la Ley Hipotecaria, la Ley del Seguro, el Código Penal, la Ley de Tráfico y Seguridad Vial, la Ley de Procedimiento Administrativo o la del IRPF... (podríamos estar hasta mañana enumerando leyes).
Con todo, la crítica fundamental sigue en pie: lo devaluado no es la ley, que a fin de cuentas es un instrumento, sino los procedimientos políticos que consienten que "el legislador" dicte a capricho lo que está bien o mal.
No sé si era Borges el que decía que la democracia es "un abuso de la estadística".
Isaac,
Discúlpeme la penumbra en que zozobro en no sabiéndome resolver quién es Javi Navarro, pero podría traer aquí las palabras sin segundas, primero, de la inolvidable discusión entre los gigantes Ángel Ganivet y Miguel de Unamuno, en la que don Miguel critica el exceso de idealismo en el inmortal crónida Ganivet:
"Para que la organización social cambie, tienen que cambiar antes las ideas", dice usted, amigo Ganivet, y ya no conformo con usted en este su idealismo. No creo en esa fuerza de las ideas, que antes me parecen resultantes que causas. Siempre he creído que el suponer que una idea sea causa de una transformación social es como suponer que las indicaciones del barómetro modifican la presión atmosférica. (El Porvenir de España,1898)
Y esto lo respalda la doctrina del Estagirita en Metafísica parte novena 1990a/1990b
περὶ μὲν οὐ̂ν τω̂ν Πυθαγορείων ἀφείσθω τὰ νυ̂ν ̔ἱκανὸν γὰρ αὐτω̂ν ἅψασθαι τοσου̂τον̓· οἱ δὲ τὰς ἰδέας αἰτίας τιθέμενοι πρω̂τον μὲν ζητου̂ντες τωνδὶ τω̂ν ὄντων λαβει̂ν τὰς αἰτίας ἕτερα τούτοις ἴσα τὸν ἀριθμὸν ἐκόμισαν.
en donde el Sabio habla de los que creen ver en las ideas las causas de los sucesos, siendo -como la opinión particular tribula- las ideas no más que la versión que de los hechos cada uno llega a formarse, o quiere que sean, así la visión del poeta de Aristóteles en Poética 1451a
φανερὸν δὲ ἐκ τω̂ν εἰρημένων καὶ ὅτι οὐ τὸ τὰ γενόμενα λέγειν, του̂το ποιητου̂ ἔργον ἐστίν, ἀλλ' οἱ̂α ἂν γένοιτο καὶ τὰ δυνατὰ κατὰ τὸ εἰκὸς ἢ τὸ ἀναγκαι̂ον.
podría tomarse como jabalí de Erimanto para el kantiano sin remendos, calzado en borceguíes de enquiridiones extraños.
Y pudo ser que no entendió mi comenario anterior. Intenté transladar la opinión de E. Baltanás a otro modo para tornarlo más claro. Hallo ser cierto el Nemo dat plus quam habet.
Joaquín, de acuerdo en que haya un código civil, una ley hipotecaria, otra del seguro... pero ¿del IRPF? ¿Cómo puede tener seguridad jurídica una ley que cambia cada año? Además, que yo estoy por los impuestos indirectos, y mientras menos, mejor.
Gonzalo, gracias por la cita de Unamuno y por la de Aristóteles. Pero... bueno, yo diría que hay ideas buenas e ideas malas. Las primeras son las que concuerdan con la ley natural, con la realidad de las cosas. Pero ahora estamos en un momento en que se quiere enmendar la plana a la naturaleza.
Bueno, entonces, me vais a hacer caso ¿o no?
Las leyes son "los tirantes que asfixian el libre albedrio".
Eso pensaban los padres de la Constitución americana,y no les faltaba razón.
El legislador siempre va a remolque de la realidad social,y para colmo,siempre tiende a inmiscuirse en los aspectos más íntimos de la libertad y capacidad de decisión de los individuos.
Gonzalo:
Le rescato: Javi Navarro es el defensa central del Sevilla F.C.
Por otro lado, no soy idealista, al menos en el sentido platónico que critica Aristóteles. Y mucho menos kantiano.
El concepto de idea que critica Aristóteles, separada del mundo visible y con existencia propia en el mundo de las ideas, no es el mismo del que habla Kant (que por cierto sabía poco griego). Tampoco se parece en nada al que defiende Ganivet.
Con su explicación queda claro. Pero igual que yo he repetido hasta la saciedad "claramente" (espero que sepan disculparme), comprenda que a veces en los blogs nos vence la pasión intelectual, pareciendo que uno en vez de dialogar sobre ideas parece que va a la toma de Jerusalén.
Ahora ha quedado todo claro Gonzalo. Por cierto, creo que no se ve muy bien el texto griego. Por cierto la edición que cita, ¿es la edición trilingüe de Gredos?.
Esa cita de Aristóteles es de memoria (no es muy larga, como ve) y creo que no tiene fallos (por Mnemosyne, digo, practico todos los días composición griega y latina).
Por otra parte, suelo utilizar las ediciones de Oxford University Press con texto en idioma de origen solo y esta es Aristotelis Metaphysica al cuidado de Werner Jaeger (en Oxford Classical Texts, 1957). Y con esto no quiero despreciar a los traductores nebrissenses de griego(García Yebra para mí de los más notables) pero prefiero leerlo del propio puño aristotélico (es notablemente más inteligible en tanto que los conceptos son puros y no entreverados en perífrasis y extrañas circunlocuciones en que se ve embutido el traductor para salir al paso).
El texto griego no se ve porque debería maximizar su ventana para que las tildes y espíritus se ajusten a su parte (se desencuadra en función del tamaño de la venta que esté usando). De cualquier manera, e indicado el lugar en que están.
Sobre Gredos... tiene ediciones muy buenas de clásicos (...y de modernos, v.gr., el gran D. Alonso) pero, por ejemplo, en la de los Elementos de Euclides (M.L. Puertas Castaños) se ha contrahecho el texto para que lo lean filólogos y no geómetras (que por otra parte, para ser geómetra debería saberse tales lenguas; hebreo, latín y griego, ser el Hombre Trilingüe de Francisco Sánchez de las Brozas, del Renacimiento).
Sobre Jerusalem, me hizo mucha gracia lo que dijo la persona de V. Merced, pues no es peregrino en este país que un tipo con barba de cazador de ballenas (Bardem, E. García Serrano dixit) se tome por intelectual.
¡Ah! ¡Ah! Barbarus hic ego sum quia non intelligor illis.
Tan sólo una duda me reconcome, y es que este visitante Gonzalo dice en su bitácora contar con 16 años... cuando por su erudición y sabiduría asemeja contar cuando menos con 77 primaveras. Si no es así, ¡qué prodigio!
Pues perdonen antes el dejarme la hache de "he" (indicado) y la tilde de "ésta" (que es deíctico) por el camino... Las prisas.
Preguntoiro: Otro instrumento es quien tira de los sentidos mejores.
Don Gonzalo, diga ser cierto que tiene usted 16 años, bastante bien aprovechados, visto el alarde.
Gonzalo, ande, aclare el enigma, para que podamos dormir esta noche. Tampoco hace falta mucha precisión. ¿Primera, segunda o tercera edad?
(Reconcozco que del mundo puro de las ideas hemos bajado al tomate del cotilleo)
Yo me quedo con la Edad Media de don Rodrigo Ximenez de Rada y los goliardos (allá queda lejos Hiponacte efesio).
Les digo que no pago en Helicona. ¿En paz?
Por mí, satisfecho. No es mala edad esa Edad Media. Ni mal sitio para vivir ese Helicona.
Don Gonzalo, usted como las siete y media: o te pasas o no llegas.
Bueno Don Gonzalo, yo ya me he apuntado a este blog y al suyo (alguien que enlaza con una página de clásicos bien vale un enlace, valga la redundancia).
Yo no me creo lo de los 16 años. Más que nada porque puede ser que prodigio sea, pero lo que es más duro es que fuese Hércules redivivo. Estudiar griego y latín en España es una entelequia. Ya lo era para los del antiguo BUP, ahora es un trabajo mandado por Eristeo. Y a usted no le veo ningún Yolao cerca.
Por cierto Enrique, no estaría mal un análisis del porqué se han ido al carajo (perdonen la expresión, pero no encuentro otra que la defina mejor) los estudios clásicos. Y por qué no están los licenciados en clásicas todo el día protestando (¿quizás por qué sean de izquierdas y no pueden ir en contra de su ideología?, ¿quizás por qué en el fondo han estado perdiendo el tiempo en esa carrera?.
Y lo digo yo, que soy ingeniero al cuadrado.
Pues sí, San Isidoro, recojo el guante. La decadencia de los estudios clásicos (ahora que B16 va a autorizar de nuevo la misa en latín) merece alguna reflexión. Próximamente en esta pantalla.
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