LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle

lunes, 30 de abril de 2007

Un borracho conocido

Antes de ir a ver los fuegos artificiales que ponen punto y final a la feria de abril (una feria que, por supuesto, no hemos pisado un solo día), entramos a picar algo en un céntrico bar, famoso por sus tapas. Estaba a esas horas atestado de gente, pero encontramos un huequecito en un rincón de la barra, junto a la máquina del tabaco. Hasta allí fue abriéndose paso, saludando a los camareros, que le llamaban "Don Diego", un hombre que presentaba evidentes signos de embriaguez. Y de compulsiva locuacidad. Porque a todo el mundo le decía algo, inaudible entre la bulla. Sacó su paquete de tabaco y dirigiéndose a nosotros nos dijo (entre otras cosas que no le entendí):
- Más vale un borracho conocido que un alcohólico anónimo.

Y se fue, bamboleante y saludador. Según comentaban luego parroquianos y camareros, las cogorzas de don Diego eran poco menos que diarias. Yo, ante mi copa de rioja, sentí por este adorador de Baco una mezcla de lástima y simpatía. Dos sentimientos que no están, ni mucho menos, reñidos.

viernes, 27 de abril de 2007

La razón y otras dudas

Es lo que más me ha gustado del libro, el título. La razón y otras dudas.
En realidad, es lo único que hasta ahora me ha gustado. Porque aún no lo he leído. Mejor dicho, no he comenzado a leerlo.
Jo, qué envidia siento de José Mateos. Saber titular así: La razón y otras dudas.
Estoy deseando leerlo. Estoy temiendo leerlo. Porque adivino muchas otras razones para la envidia.
Si alguien más quiere ser envidiosillo, le informo que lo edita Pre-Textos.

miércoles, 25 de abril de 2007

El poeta de los pobres

Conozco trabajos arriesgados, cómodos, duros, bien remunerados, mal remunerados, altamente cualificados o sin ninguna cualificación... Ahora, lo que no conozco es un trabajo alienante. ¿Alienante el trabajo?

*
Tolstoi era rico; Dostoyevski, pobre.

*
Y Balzac, ¿era rico o pobre? Los que conozcan bien la biografía de Balzac sabrán que es imposible responder a esta pregunta.

*
En cuanto a Cervantes.... bueno, eso dejémoselo a los cervantistas.

martes, 24 de abril de 2007

La primavera ha venido y el IRPF... ha vuelto

Un impuesto supuestamente progresivo y que es en realidad regresivo; que desincentiva el trabajo; que penaliza exclusivamente las rentas salariales, especialmente las de las clases medias; que carece de seguridad jurídica, porque cada año cambian las normas, y lo que antes era deducible ahora ya no lo es, y viceversa...
Otra maravilla, de entre las que nos legó Francisco Fernández Ordóñez (y la UCD)....
Consolémonos con que en otros países, como en Estonia, lo hacen mejor que aquí. Que los vientos favorables de Estonia lleguen pronto hasta nosotros.

lunes, 23 de abril de 2007

Escolios

Entre tantos libros como me quedan por leer (y me quedarán, ay), estaban (ay, ay, ay) los Sucesivos escolios a un texto implícito, de Nicolás Gómez Dávila. Entresaco unos pocos, muy pocos, de entre los que más me han llamado la atención. Qué digo atención: reflexión, admiración...
Sobre el arte del aforismo:
La aserción breve no debe ser ocurrencia repentina, sino conclusión lacónica.

Sobre cómo son las cosas:
La rutina es el escenario predilecto de las epifanías.

Sobre el pensamiento:
El pensamiento puede eludir la idea de Dios mientras se limite a meditar problemas subalternos.

Sobre el 27 (o pongan vds. la generación que gusten, porque da igual):
"Pertenecer a una generación", más que necesidad, es decisión que toman mentes gregarias.

Algo sobre lo que no sé si estoy muy de acuerdo (aunque sea, en parte, verdad)
La idea de traducir un poema es la última que se le debe ocurrir al que lo admira.

Y, para concluir, y por atender la actualidad del día, éste sobre premios (¿literarios?):
Los premios sólo suelen coronar epígonos.

Pero, en fin, ya se sabe que toda regla tiene sus excepciones.

sábado, 21 de abril de 2007

Más Aub

Al comentar el último boletín de novedades de la editorial Renacimiento, al llegar al negociado de la "Biblioteca del exilio", exclamó:
"¡Horror, más Aub!"
Y me quedé sin saber si era la pronunciación andaluza o la expresión de que, sencillamente, no era muy partidario de don Mas.

jueves, 19 de abril de 2007

Estamos de obras

Intento pasarme definitivamente al nuevo Blogger. Con lo cual he perdido mi plantilla antigua, vínculos, enlaces, encuesta.... Intentaré poco a poco ir reconstruyendo la barra lateral. Disculpen las molestias.

lunes, 16 de abril de 2007

Migajas para los hambrientos

A los hambrientos de León Bloy, los editores españoles acaban de arrojarnos unas migajas, unos mendrugos. Menos mal. Por lo menos por un tiempo saciaremos nuestra hambre.
Acantilado acaba de publicar la Exégesis de los lugares comunes y anuncia para pronto una amplia selección de los Diarios.
Por su parte, Ediciones El Cobre edita El vidente postergado.
En México, el Fondo de Cultura Económica tiene en su catálogo El alma de Napoleón, aunque este título parece que no circula en España.
De las novelas, nada de nada. Todavía. Pero, en fin, algo es algo.

domingo, 15 de abril de 2007

Contra la crispación, sindéresis

Nunca , gentes de derechas, venceréis a las izquierdas. Desengañaos. Nunca.
Pero vosotros, hombres y mujeres de izquierdas, tampoco vosotros venceréis nunca jamás a las derechas.
De hecho, en casi todos (por no decir todos) los países en donde estas cosas se miden y se estudian, las adhesiones se reparten fifty-fifty. Y es una foto fija, sondeo tras sondeo.
En realidad, las elecciones no las gana nadie, sino que las pierde alguien. Y por razones bastante coyunturales. Muy pocos cambian su voto. Simplemente, acuden o dejan de acudir.
Pero no hay países de izquierdas ni países de derechas. Fifty-fifty.
Así que lo siento mucho, pero tendremos que aprender a conllevarnos. Porque la alternativa no es otra que atizarnos.
Habrá quien piense que, si no la derrota total y definitiva, por lo menos una neutralización temporal (y mejor, mientras más duradera) del adversario puede ser lo deseable. Puede, pero esto pasa, y muy pronto, su factura.
Que nadie renuncie a sus convicciones. Pero, contra la crispación, sindéresis. Mucha sindéresis.
Que es lo deseable, pero no sé si lo posible.

sábado, 14 de abril de 2007

Hoy, 14 de abril...

... la Iglesia celebra la festividad de Santa Liduvina.
¿Que quién era esta santa? Yo no sabía absolutamente nada de ella hasta hoy, pero quizás el nombre, tan raro, picó mi curiosidad. En la red pueden encontrarse semblanzas aquí , o aquí, o aquí.
Esta holandesa de principios del siglo XV quedó postrada en la cama, prácticamente inmóvil, desde que, a los quince años, sufrió una caída mientras patinaba junto a sus amigas. Sufriendo horribles dolores, Liduvina no se desesperó (aunque estuvo a punto, al principio).
Hoy es la patrona de los enfermos crónicos.
Una santa muy actual, en estos tiempos de mar adentro.
Tomás de Kempis, por cierto, escribió una biografía suya.

viernes, 13 de abril de 2007

Eros modernista: Félicien Rops

El "Pornokrates" es tal vez el cuadro más famoso del pintor belga Félicien Rops (1833-1898):

Pero no le va a la zaga "La tentación de San Antonio":


"La pequeña bruja" se titula este aguafuerte:


Y éste dibujo a lápiz, "Fuego"

Pero Rops fue también un gran paisajista. Véase esta vista del Guadalquivir en Sevilla, pintada al óleo y fechada en 1880:

Lo que se ve, por cierto, no es Sevilla, sino el arrabal de Triana.
(Creo que hubiera debido titular esta entrada, mejor, Morbo modernista)

jueves, 12 de abril de 2007

Más Chestov


Por gentileza de Joaquín, gracias le sean dadas, aquí se puede leer otro texto de Chestov traducido al español. Una auténtica rareza. Que esperemos que los editores españoles hagan en breve que deje de serlo. Esto, como aperitivo:
"La filosofía religiosa no es una búsqueda de la estructura y del orden eternos de un ser inmutable; no es reflexión (Besinnung); no es la comprensión de la diferencia entre el bien y el mal, una comprensión que promete en vano la paz a una humanidad exhausta. La filosofía religiosa es un rechazo del conocimiento y una victoria de la fe, en la tensión irrestricta de todas sus energías, sobre el falso temor a la voluntad ilimitada del Creador —ese miedo que el tentador inculcó en Adán y que nosotros hemos heredado de él—. Por decirlo de otro modo, la filosofía religiosa es la lucha final y decisiva por recuperar la libertad original y el divino «ver que era muy bueno» que se esconde en esa libertad y que, después de la caída, quedó dividido en nosotros entre un impotente bien y un mal destructivo. La razón, lo repito, ha arruinado la fe ante nuestros ojos; ha «revelado» en ella la ilegítima pretensión del hombre de subordinar la verdad a sus deseos, y ha ocultado a nuestra vista el más precioso de los dones del cielo: el derecho soberano a participar en el divino «Que sea», tras aplanar nuestro pensamiento, dejándolo reducido al plano del petrificado «Esto existe»."

(En Nueva Revista, febrero de 2005: no consta el nombre del traductor. Se trata de un fragmento de su libro Atenas y Jerusalén).

miércoles, 11 de abril de 2007

La cosa en sí


Leído en La filosofía de la tragedia, de León Chestov:
"tal [es] la tarea del idealismo kantiano: todos los problemas perturbadores de la existencia deben ser transferidos, de una manera o de otra, al dominio de lo incognoscible. Sólo entonces podrá establecerse sobre la tierra aquella quietud que los hombres, aterrorizados por los espectros, estiman por encima de todo."

lunes, 9 de abril de 2007

Savater y el alma eterna (y 5)


Pero lo más sorprendente del libro de FS es que, al final, reivindique... ¡lo sagrado!
Y es que el ateísmo, se quiera o no, es negación. Y esto no basta. Hay que proponer una alternativa.
Por eso, escribe FS, "la principal tarea de una incredulidad realmente ilustrada es no contentarse con la mera incredulidad: a partir de ella pero más allá habría que buscar el concepto inteligible de lo inmanejable que nos asemeja y caracteriza dentro aunque también frente al resto de lo real." (p. 170)
Y poco antes (p. 168), aun más rotundo:
"Es el reconocimiento de lo sagrado lo que nos define como humanos: a diferencia de lo que cree cierto "naturalismo" ingenuo, lo sagrado no es preocupación y exigencia de los dioses sino preocupación y exigencia de los humanos."

Esto lo suscribiría cualquier creyente: que lo sagrado es exigencia y necesidad de los humanos. Ahora bien, ¿qué es lo sagrado para FS? Por supuesto, no tiene nada que ver con lo sobrenatural. Se trataría de "un sagrado inmanente a la existencia humana, que trascendiera lo utilitario y calculable pero no lo terrenal."
En realidad, FS no aporta nada nuevo con respecto a pensadores ateístas anteriores. Se trata, en definitiva, de afirmar que el verdadero dios es el hombre. Una transferencia de Dios (es decir, de lo sagrado) al hombre. La muerte de Dios diviniza al hombre.
Pero hasta el hombre más simple, pero dotado del sentido común que a veces falta en tantos intelectuales ególatras, sabe que no es Dios. En el carácter divino del emperador no creían ni los propios emperadores. Y si un hombre intenta "buscar el concepto inteligible de lo inmanejable que nos asemeja y caracteriza dentro aunque también frente al resto de lo real" entonces no tiene más remedio que acudir a lo trascendente y a lo sobrehumano. Porque, si no, somos como animales, unos animales infinitamente más desarrollados, pero también infinitamente más desgraciados, porque tenemos conciencia de la muerte.
Si nos consideramos dioses, o divinos, o sagrados, como quiere FS, entonces el problema se recrudece y agudiza, porque así nos rebelaremos aun más vivamente, aun más dolorosamente, contra nuestra definitiva aniquilación. La percibiríamos como aun más injusta.
Pero FS tiene un remedio contra la angustia de la conciencia del morir.
¿Aceptar la muerte como un hecho inevitable, ante el que debemos permanecer serenos y resignados, si podemos? No. La solución, para FS, está en el "como si". Así dice en el último capítulo, titulado "Don Quijote y la muerte":
"Para negarnos a la muerte, hay que elegir una empresa, una cruzada, un propósito que se quiera invulnerable y que nos haga deambular sobre la faz de la tierra -a nosotros, que nos sabemos mortales, que lo único cierto e inapelable que conocemos es nuestra mortalidad irrevocable- como si fuésemos inaccesibles a la muerte."
Y es que "el proyecto moral humano -sigue diciendo FS- no estriba en convertirnos en inmortales sino en vivir como si mereciésemos la inmortalidad, como si nada en nosotros estableciese complicidad con la muerte o le rindiese vasallaje".
Pues vaya chasco, tío Frasco. Huyendo de un engañifa repugnante (Savater dixit), nos encontramos con otra no menos deplorable, e incluso aun más infantil. Hagamos "como si" la muerte no fuera con nosotros. Vale, pero para eso, mejor me entrego a los estupefacientes o a la dipsomanía. Huyendo del opio de la religión, tendré que tomar opio de verdad: así ni me entero.
Huyendo de la infancia humana (es decir, de la etapa en la que el hombre aún creía en los dioses), hemos dado en el peor de los infantilismos, en el de los adultos que juegan al como si de los juegos infantiles.
E ilusión por ilusión, la gente siempre escogerá la ilusión más ilusionante, porque eso es lo propio de la ilusión, ilusionar, mejor que la ilusión savateril, cargada con el distanciamiento brechtiano del "como si". La primera, por lo menos, permite la duda. La segunda no pasa de ser una broma macabra.
Llegados a este punto, yo le deseo a Savater tres cosas: que la ETA no le roce nunca ni un pelo de la ropa, que no acaben echándolo de PRISA, y que su próximo libro esté mejor armado de argumentos, cosa que creo no le será muy difícil.

domingo, 8 de abril de 2007

Savater y el alma eterna (4)

También en El Cultural (que, por cierto, ha perdido bastante interés desde la marcha de García Martín), como antes en Babelia y en ABCD, se reseña El alma eterna, aunque con el acierto (para ser un acierto pleno, la reseña hubiera debido tener bastante más extensión) de que es una reseña conjunta de varios libros aparecidos recientemente sobre el mismo o parecido asunto. Lo curioso es que en el cuerpo del artículo se alude a libros de Luigi Giussani, Gauchet, Ferry... pero en la entradilla sólo se ofrecen los datos bibliográficos de los libros de FS y de Alejandro Llano (En busca de la trascendencia), con lo cual el lector se quedará preguntándose a qué libros se referirá el reseñista, José Andrés-Gallego. No es el único fallo o errata de este número, porque en el sumario se anuncia el anticipo o prepublicación de sendos capítulos de tres libros, pero luego sólo ofrecen dos, porque el tercero, el de la novela de Jon Juaristi (La caza salvaje), no aparece por ningún lado.
Pero, en fin, vamos con nuestro penúltimo apunte sobre El alma eterna.
* * *
FS no cree que la religión sea fuente de moralidad. Más bien al contrario. Tampoco constituye, ni puede constituir factor de vertebración de una sociedad. Veamos dos parrafitos.
El primero, en la página 191 [y meto mis escolios entre corchetes]:
"No sólo no es cierto que la religión [¿cuál? porque FS, algo tramposamente, las mete a todas en el mismo saco] sea un buen refuerzo de la ética, sino que la verdad es más bien lo contrario. Son precisamente los planteamientos de la ética humanista y laica, vigente en nuestras sociedades gracias al denuedo polémico de tantos librepensadores [Santo Tomás, Maritain, Chesterton, Péguy, Chestov, C. S. Lewis... o Averroes, ¿no pensaban libremente?], los que adoptados [en el libro se lee adaptados: supongo que es errata] a última hora hacen a las doctrinas religiosas más o menos compatibles con la sociedad en que vivimos. Las iglesias que logran más respeto y audiencia son las que mejor acomodan sus pautas tradicionales -por lo común misóginas [bueno, bueno, esto ni lo comento], antihedonistas [¿pero acaso ahora estamos todos obligados a profesar el hedonismo?], jerárquicas [¿FS no cree en la jerarquía? Pues que ocupe su cátedra un albañil o un fontanero, que tanto da, o el último becario], enemigas de la libertad de pensamiento e investigación [¿Sabe FS que Mendel era fraile, que Pasteur era católico, que la última palabra de Galileo (sobre cuyo proceso se ha tejido una leyenda repleta de patrañas) fue "Jesús", y en fin, desconoce la enorme nómina de pensadores y científicos católicos?], etc...- a la salsa moral de las sociedades democráticas [¿y a esto queda reducida la ética savateril, a una salsa gazpachera?]."

Pues sí, la moral savateril es una salsa gazpachera, un engrudo más o menos espeso, según y conforme. ¿Conforme a quién? He ahí la cuestión. Veamos el segundo párrafo (p. 211):
"Durante siglos, ha sido la tradición religiosa -institucionalizada en la iglesia oficial- la encargada de vertebrar moralmente las sociedades. Pero las democracias modernas basan sus acuerdos axiológicos en leyes y discursos legitimadores no directamente confesionales, es decir, discutibles y revocables, de aceptación en último caso voluntaria y humanamente acordada."
O sea, que sólo es moral lo que es legal. Y si es legal, ya es moral. O sea, que la moral depende de cuál sea la mayoría parlamentaria. Pero todos sabemos que las mayorías parlamentarias son efímeras (en la sociedades que permiten la alternancia), que se obtienen a veces con pactos inconfesables y espúreos, que dependen de la ley electoral que rija... que al no haber democracia directa, la "voluntad popular" está mediatizada y filtrada por los estados mayores de los partidos, por la clase política... Véase, si no, el caso del nuevo Estatuto de Andalucía, por el que el electorado mostró un entusiasmo tan perfectamente descriptible pero que... ya es ley.
En cualquier caso, amigo Savater, ¿desde cuándo acá las leyes son de aceptación voluntaria? Recuerde no más la del IRPF, ahora que ya nos va llegando la hora, y que la I de la sigla quiere decir: ¡Sí! ¡Impuesto!
El corolario de la moral según Savater (y no sé si él mismo es consciente de ello) es que es el Estado la fuente de la moral, que la moral la dicta el Estado. Esto lo suscribirían a pies juntillas tanto el canciller Hitler (que, por cierto, llegó al poder por mayoría parlamentaria) como el padrecito Stalin. Pero, naturalmente, Savater habla de un Estado democrático y laico. Y es cierto también que Savater permitiría, en la esfera privada, prácticas morales alternativas. ¿Todo solucionado, pues? Me temo que no. Un Estado, no por ser democrático deja de ser Estado. Es decir, un poder coercitivo sobre los ciudadanos. Por eso sólo puede ejercer ese inmenso poder sobre tres esferas: defensa y seguridad (policía y ejército), política exterior y justicia. Todo lo demás es una inaceptable intromisión en la esfera privada de los ciudadanos, una deformación de los derechos individuales, un sometimiento de la sociedad a los dictados de un Estado hipertrofiado y abusivo. Por eso a mí, a fuer de liberal, la propuesta moral savateriana me deja un regusto amargo a totalitarismo. Aunque sea un totalitarismo light.
Y, por cierto, el actual "proceso de paz", que tanto disgusta a FS, y con razón, es fruto de una determinada mayoría parlamentaria. Esperemos que tan efímera como una tormenta de verano. Pero su moralidad o inmoralidad no vendrá dada porque tenga o deje de tener la mayoría (parlamentaria).

sábado, 7 de abril de 2007

Entradas y salidas

Sí, quizás éste sería un buen título para un blog.

Demasiado casual para ser casualidad

En el último número de la revista Renacimiento, el profesor Ángel Esteban comienza así, con esta contundente afirmación, su artículo sobre el cubano Raúl Hernández Novás:
"Uno de los rasgos más sobresalientes de la poesía cubana de las últimas décadas es la individualidad. Los poetas raramente se consideran miembros de grupos, escuelas, etc., y no siguen pautas de poéticas colectivas."
Vaya, es lo mismito, lo mismito que pasa en la poesía española de "las últimas décadas".
¿Será una simple coincidencia? ¿Hay aquí causalidad o casualidad? ¿Es una manifestación de Zeitgeist, o realmente, y a pesar de las apariencias, es lo que ha ocurrido de toda la vida, en Cuba, en España, en todas partes?
Respuesta: vean la etiqueta de esta entrada.

miércoles, 4 de abril de 2007

Savater, amenazado

He puesto ya aquí tres notas de lectura sobre El alma eterna, y aún me quedan que poner otras dos, cuando encuentre el momento.
Mientras llega, hoy sólo mi solidaridad con Fernando Savater. Y con todos aquellos cuyo nombre está temblando en un papel. Aquellos a quienes la estupidez política está dejando solos, inermes ante las pistolas de los pistoleros. En esa marea de estupidez están incluidos esos cuatrocientos curas vasco navarros que han suscrito un manifiesto hablando, cómo no, de un "conflicto político".
Seguiremos discutiendo con Fernando Savater. Espero que por mucho tiempo.