LA FRASE

"Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad."

Sir Arthur Conan Doyle

jueves, 28 de septiembre de 2006

La rosa de los vientos (Volaterías de septiembre)


El viento, hoy, ya no tiene faldas que levantar.

*

El viento aúlla porque no existe.

*

La naturaleza, cuando siente ganas de viajar, se pone una capa de viento.

*

Por el laberinto de callejuelas, el viento niño juega al esconder.

*

Los calvos hemos desarrollado una cierta osadía frente al viento.

*

El viento del espíritu es el único del que acaso nadie puede resguardarse.

*

El viento quiere violar al paraguas.

*

El viento de levante es el que nos hace levantarnos de la playa.

*

El aire de la calle Aire trae olores de primeras ediciones del 27.

*

Qué pena que Eolo se muriera sin conocer la rosa de los vientos.

*

Cuando el viento ruge de veras, hasta los leones se callan.

*

Hay vientos, como el cierzo y el ábrego, que silban y porfían en endecasílabos.

*

En la suave brisa que acaricia, el viento ofrece dedos de mujer.

& & &

[volatería: caza de aves que se hace con otras enseñadas a este efecto. // 2. Conjunto de diversas aves. // 3. fig. Modo de hallar una cosa contingentemente y como al vuelo. // 4. fig. Multitud de especies que andan vagantes en la imaginación, lo cual hace no determinarse o fijarse en ninguna. (Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua).]

martes, 26 de septiembre de 2006

Tanto monta...

¿Qué más da que el monarca sea Rey o que sea Reina?
Tanto Isabel como Fernando los tenían muy buen puestos (los trastos de gobernar).
Así que, ¿a qué viene tanto revuelo mediático, tanto afán y tanta prisa por reformar la Constitución, incluso mediante el subterfugio o estratagema de una ley orgánica, como ha propuesto cierto catedrático, que condicione y prejuzgue el inevitable referendum posterior?
A mí háblenme de inflación, de impuestos, de educación, de sanidad, de seguridad ciudadana, de inmigración, de terrorismo, de carreteras, del caos del tráfico en las ciudades, de...
¿O es que lo que quieren es distraer la atención del personal, para que en vez de lo fundamental y básico y cotidiano nos entretengamos en lo anecdótico e irrelevante?
¿Es eso?

lunes, 25 de septiembre de 2006

Remordimiento póstumo (tres versiones... o más)



He encontrado entre mis papeles… o, miento, entre mis archivos del PC, porque yo ya no escribo en papel más que la lista de la plaza, una traducción del poema XXXIII de Les fleurs du mal que está fechada en agosto de 1999. La traigo hoy aquí, pero acompañándola de otras dos versiones que he encontrado en la red, ahora que me he decidido a editarla.

La comparación de versiones poéticas es siempre un ejercicio entretenido. No para ver cuál es mejor o cuál es peor, aunque a veces sí, sino para comprobar cómo lo que se gana en una se pierde en la otra, y viceversa. Quizás la traducción perfecta no existe, no puede existir. O quizás ocurre como con la música que escuchamos los que no sabemos música: oímos interpretaciones de una partitura impenetrable.

Doy primero el texto original, tal como salió de la pluma de Baudelaire:

XXXIII.- REMORDS POSTHUME

Lorsque tu dormiras, ma belle ténébreuse,

Au fond d'un monument construit en marbre noir,

Et lorsque tu n'auras pour alcôve et manoir

Qu'un caveau pluvieux et qu'une fosse creuse ;


Quand la pierre, opprimant ta poitrine peureuse

Et tes flancs qu'assouplit un charmant nonchaloir,

Empêchera ton coeur de battre et de vouloir,

Et tes pieds de courir leur course aventureuse,


Le tombeau, confident de mon rêve infini

(Car le tombeau toujours comprendra le poète),

Durant ces grandes nuits d'où le somme est banni,


Te dira : «Que vous sert, courtisane imparfaite,

De n'avoir pas connu ce que pleurent les morts?»

—Et le ver rongera ta peau comme un remords.

[Jeanne Duval, por Baudelaire]

Y, ahora, mi versión:

Cuando duermas, un día, mi morena belleza,

bajo aquel monumento alzado en negro mármol,

y cuando ya no tengas más alcoba ni techo

que una lluviosa tumba, una excavada fosa;


cuando la piedra oprima tu pecho amedrentado,

y tu talle ya pierda su indolencia atractiva,

y el corazón no pueda ya latir ni querer,

ni tus pies recorrer su curso caprichoso,


la tumba, confidente de mi sueño infinito

(porque una tumba siempre comprende a los poetas),

en esas largas noches prohibidas al sueño


te dirá: “¿De qué sirve, puta de tres al cuarto,

no haber prestado oídos al gemir de los muertos?”

Y, en tu piel, ya el gusano, como un remordimiento.


Y, ahora, las otras dos anunciadas, de más antigua a más moderna:

REMORDIMIENTO PÓSTUMO

Cuando duermas por siempre, mi amada Tenebrosa,
tendida bajo el mármol de negro monumento
y por tibia morada y por solo aposento
tengas, no más, el antro húmedo de la fosa;

Cuando oprima la piedra tu carne temblorosa,
y le robe a tus flancos su dulce rendimiento,
acallará por siempre tu corazón violento,
detendrá para siempre tu andanza vagarosa.

La tumba, confidente de mi anhelo infinito
(compasivo refugio del poeta maldito)
a tu insomnio sin alba dirá con gritos vanos:

"Cortesana imperfecta -¿de qué puede valerte
denegarle a la Vida lo que hoy llora la muerte"?
Mientras -¡pesar tardío!- te roen los gusanos.

Versión de Carlos López Narváez

(Poeta colombiano. Popayán, 1897-Bogotá, 1971)

[Tumba de Baudelaire en Montparnasse]

REMORDIMIENTO PÓSTUMO

Cuando en el fondo duermas, mi bella tenebrosa,
de una tumba de mármol denegrido construida,
y ya tan sólo tengas por alcoba o guarida
una cueva lluviosa y una profunda fosa;

Cuando oprima la losa tu carne temblorosa
y tus flancos doblados con encanto tendida,
y el latir y el querer a tu pecho le impida,
Y a tus pies el correr su carrera azarosa,

La tumba, confidente de mi sueño infinito,
(porque la tumba siempre comprenderá al poeta),
en esas largas noches en que el sueño es proscrito,

Te dirá: “¿De qué os sirve, cortesana indiscreta,
lo que los muertos lloran no haber conocimiento?”
-Y te roerá el gusano como un remordimiento.

Versión de Ignacio Caparrós
(Ed. Alhulia. Colección "Crisálida", nº 20. Granada, 2001)

Me hubiera gustado aportar aquí más versiones en castellano (para limitarnos a una lengua de llegada) de este poema, pero no las he encontrado, aunque tampoco las he buscado mucho, por falta de tiempo más que nada. Si alguien pudiera aportar (o sea, copiar y pegar) las de Antonio Martínez Sarrión (Alianza), Luis Martínez de Merlo (Cátedra), Carlos Pujol (Planeta), Ángel Lázaro (Edaf), Jacinto Luis Güereña (Visor)… ¡o la suya propia!... serían bienvenidas.

Nos podríamos entretener un ratito comparándolas. O, simplemente, leyéndolas.

domingo, 24 de septiembre de 2006

Rubianes, el manifiesto y un lector de El País

Un buen amigo mío, lector habitual de El País por más señas, recibe una invitación a firmar un manifiesto que arguye en estos términos:

A RAIZ DE LA POLEMICA DEL TEATRO ESPAÑOL

A raíz de la polémica suscitada en torno a la programación del espectáculo “Todos somos Lorca” de Pepe Rubianes en el Teatro Español y su consiguiente retirada, por voluntad de su creador, a causa de las amenazas violentas realizadas por determinados sectores de nuestra sociedad, creemos necesario manifestar nuestro rechazo a cualquier interferencia política y mediática en el terreno abierto y libre de la cultura.

Hechos de esta naturaleza no pueden afectar la buena marcha de la gestión de un teatro público que, desde la llegada de su actual equipo directivo, ha abierto sus puertas a la escena contemporánea nacional e internacional con una programación plural de indiscutible calidad que cuenta, además, con una gran afluencia de público.

Esperamos que Mario Gas y su equipo no cedan ante hechos ajenos al teatro y sigan adelante con su proyecto, libres de presiones que dificulten la verdadera naturaleza de su labor.

Y mi buen amigo, que no deja un solo día de leer El País, redarguye en estos otros:

Querida X:

Estoy totalmente a favor de estar en contra de las interferencias "políticas" en la cultura. Pero en lo que me envías no se habla de ninguna interferencia política sino de "sectores de la sociedad". Si alguien le ha amenzado al señor Rubianes o al señor Gas (lo que es absolutamente rechazable), será alguien (por muy anónimo que sea) y no "sectores", del mismo modo que los que firmáis lo que firmáis sois personas y no sectores de la sociedad. En cuanto a las interferencias mediáticas, eso se llama, habitualmente, "sección de cultura" de los periódicos y libertad de expresión. Como la que disfruta el señor Rubianes y los firmantes de "A raíz de una polémica...", tan a favor, al parecer, y tan extrañamente, de la censura de prensa

Con todo, lo más extraño es que se hable en vuestro manifiesto de interferencias políticas cuando de lo que se está hablando es de subvenciones y las subvenciones a la cultura son o pueden ser las peores y más notorias interferencias políticas que puede sufrir la cultura.

El señor Rubianes, como cualquier otro, tiene todo el derecho del mundo a estrenar su obra, a lo que no tiene todo el derecho del mundo es a recibir una subvención. Exactamente igual que me pasa a mí (soy el ejempo que tengo más cercano y que mejor conozco), que de vez en cuando, como editor , recibo subvenciones, pero no todas las que me da la gana.

No creo que sea justo que el señor Rubianes pueda ser objeto de subvenciones públicas (pagadas entre otros por los mismos a los que insulta), "sin ninguna interferencia", supervisión, control o como quiera llamársele. Ya sé que él pidió disculpas por sus dasafortunadas declaraciones en TV3 y que aclaró que no quería insultar a todos los españoles sino sólo a la mitad aproximada que son más o menos de derechas. Estoy seguro también de que si se hubiera imaginado el lío que se iba a armar no hubiera dicho nada de lo que dijo. Pero la broma que gastó, gastada queda y habría que minimizarla en lo posible y olvidarse lo antes posible de ella (e incluso de Rubianes). En mi opinión, desde luego no está nada bien que se le amenace, pero menos aún, creo yo, que se le pongan medallas y se publiciten manifiestos "culturales" en su honor.

Me parece, finalmente, que hay cierta hipocresía en eso de estar a la vez a favor de una cultura libre, aparentemente libre y a la vez a favor de una cultura de la subvención, representada en este caso por el muy teatral y angélico Teatro español de Mario Gas.

A no ser que todo esto no sea sino un poquillo de teatro para echarle una mano a unos amigos, lo que ya me parecería mucho mejor, aunque igual de admirable.

sábado, 23 de septiembre de 2006

Callejero

Anda tan revuelto el callejero, con tanto volatín y tanta zarabanda, con tanto intruso y tanta mercancía de matute, que yo ya he dispuesto en mi testamento la prohibición absoluta de que mi nombre rotule plaza, plazoleta, calle, vereda, avenida, callejón o barreduela alguna al menos durante los ciento cincuenta años posteriores a la lectura de las mandas.
Ya sé que no corro el riesgo... pero ¡por si acaso!

viernes, 22 de septiembre de 2006

El estado de la cuestión (o de la encuesta)

Supongo que lo más prudente será cerrar esta encuesta cuando alcance los cien votos, para pasar a otra, sobre la que estoy barruntando.
Pero de momento, veamos.
1.- Cernuda arrasa. No sorprende, porque refleja un consenso hoy muy amplio. Hoy. Porque estoy seguro que también a Cernuda le llegará el momento de la re-revisión, y entonces ya veremos. Hay tela que cortar aquí porque, ¿qué Cernuda? ¿el de Los placeres prohibidos y Un río, un amor o el de Las nubes y Desolación de la Quimera? ¿o todo? Por cierto que Francisco Brines, en su reciente ingreso en la RAE, le dedicó su discurso.
2.- Pemán dobla a Alberti. No tiene demasiado mérito: es que Alberti, de momento, saca cero patatero, en parigual con Villalón, Pilar de Valderrama o Adriano del Valle. ¡Alberti, cero, Pemán dos!
3.- Y Lorca, otra sorpresa. Prácticamente empatado con Dámaso Alonso y con Pedro Salinas. Y esto, lo de Dámaso, también llama la atención. Yo he bajado sus libros del estante, para releerlos. A ver que impresión me producen ahora, después de tanto tiempo sin visitarlos.

jueves, 21 de septiembre de 2006

Hipérbole

Andalucía: alrededores de Sevilla.

La marcha de Ibarra y el regreso del Frente Popular

[Todos los grupos del Congreso, salvo el popular, han comparecido juntos para reprochar al PP que pida información sobre los puntos que aún quedan oscuros sobre el 11-M.]

Se marcha Ibarra, y es difícil creer que sólo por razones de salud. Con él desaparece del escenario político el último representante de la generación felipista. Si algo caracterizó la estrategia política de Felipe González (y de Alfonso Guerra) fue el remarcar la autonomía del PSOE. Todos sus gobiernos fueron única y exclusivamente socialistas.
El de ahora no lo es, aunque sólo lo formen ministros socialistas.
Pero la mayoría parlamentaria, que es lo que cuenta en una democracia parlamentaria, y la estrategia, es exactamente la del Frente Popular: socialistas radicalizados, comunistas y separatistas de diverso pelaje.
Zapatero pudo escoger otra opción. Pero escogió ésta.
Ayer se visualizó en la foto presidida por López Garrido.
Sabemos a qué ruina condujo al PSOE, y al país, la estrategia frentista. No sabemos a dónde nos conducirá la de hoy. Probablemente, a nada bueno. Ni para el PSOE, ni para el país.

miércoles, 20 de septiembre de 2006

La poesía, las mujeres y el dichoso feminismo

Las señoras que metrifican han dejado desde tiempo atrás, con muy buen criterio, de llamarse poetisas, que rima feamente con pitonisas.

Creíamos con ello que llegaba la igualdad, que ser poeta ya nada tendría que ver con el sexo, sino sólo con el seso.

Pero no. Olvido García Valdés, que es de las que confunden con puritano anglicismo sexo con género, cree que la poesía escrita por mujeres, y, por lo visto, por cualquier mujer y por el solo hecho de serlo, goza de un plus. Ella lo explica así:

“La lengua que utilizamos y que nos hace es una lengua patriarcal, que no piensa desde la perspectiva de las mujeres, género postergado en la transmisión de conocimientos que no sean los prácticos que tradicionalmente se le han asignado (…) considero la poesía escrita por mujeres como doblemente transformadora, pues integra en el caudal común no sólo nuevas palabras, estructuras o flexiones gramaticales, sino una perspectiva propia, propia de ellas (…) si un poema nace siempre de una carencia –carencia de ser que sólo el arte mitiga– ésta resulta en las mujeres doblemente aguda.”

(Olvido García Valdés, “La procesión va por dentro: el yo como metáfora”, Conferencia para el seminario Género y Comunicación, Instituto de Investigaciones Feministas, Madrid, 10-12 de mayo de 2000.)

Su teoría queda ejemplificada en, por ejemplo, el poema titulado Y TODOS ESTÁBAMOS VIVOS, que, como la cita anterior, me llega a través de un comentario de Carlos en el casi siempre divertido blog de Vicente Luis Mora:

Juntas en la cocina sin apenas

hablar, un lugar no exclusivo

de mujeres, que sigue al parecer siendo

exclusivo. Casi nada en común,

salvo contradicciones que sujetan

y asemejan. Nos enmarca este espacio

al que creemos ya no pertenecer. De ellos

el mundo y la sala grande, conversación

de lengua reductora, el chiste sexual,

la perspectiva hollada, cierto

poder, risas, el mundo. Al mundo

salgo que es único consuelo, campos

y árboles hoy que es mayo, y la savia

estalla verde y varón según la lengua,

el mundo que consuela y el que no,

ajenos ambos hoy a mí, que camino

con daño ajeno que la vida deja.

¿Alguien puede decir dónde se encuentran en este poema las “nuevas palabras, estructuras o flexiones gramaticales”? ¿Alguien puede explicar por qué, según el poema, “la savia estalla verde y varón según la lengua”, si, según la lengua, ‘savia’ es femenino? ¿Será ésta una de esas nuevas palabras, estructuras o flexiones gramaticales? ¿Alguien cree que el chiste sexual es cosa privativa de varones? Tengo la ligera sensación de que no todas las mujeres son monjas ursulinas. ¿Alguien cree que la cocina, en los tiempos que corren, es lugar exclusivo de mujeres?

Otro día hablaremos de las verdaderas diferencias de mujeres y hombres a la hora de escribir poesía. Será un apunte largo.

(Nota: lo de "dichoso feminismo" lo digo porque, efectivamente, es una dicha poder vivir en semejante burbuja y gozar de tan gratuito plus).

martes, 19 de septiembre de 2006

Pijoterías lingüísticas

En las bases de ciertos premios literarios se dice que los originales que se remitan deberán estar escritos "a máquina o en ordenador".
Y digo yo... un ordenador, ¿no es una máquina?
Diciendo máquina, ¿no se dice ya todo?
Y alguna pregunta barojiana (¿en zapatillas? ¿con zapatillas?):
¿a máquina? ¿con máquina? ¿en máquina? ¿mediante máquina?
Qué pena que nos falte don Fernando Lázaro. A él le divertían, y le enfadaban, estas cosas. Seguro que a los convocantes del premio les hubiera clavado algún dardo. En la palabra.

lunes, 18 de septiembre de 2006

Algo sobre Blogg

Dura requisitoria sobre Frances Blogg, la esposa de Gilber Keith, la que presenta en este libro, que acaba de sacar Renacimiento, Los Chesterton, su cuñada Ada Jones (casada con Cecil) .
Acusa a Frances de haber hecho profundamente infeliz a G. K., de haberlo alejado del mundo y de la realidad, de haberlo infantilizado, de haberle privado de vida sexual, de haber contribuido a su enfermedad y de luego no saber cuidarlo... Bueno, prácticamente la acusa de todo. Ada Jones llega a sugerir que Chesterton debió haberse separado o divorciado de ella, y sólo se explica que no lo hiciera por el atávico sentido de la fidelidad de los Chesterton.
Tampoco el propio G. K. sale demasiado bien parado en su retrato.
Quien sale naturalmente mejor favorecido es Cecil Chesterton.
Pero el libro se detiene en muchos otros personajes, famosos unos, desconocidos otros, en el mundillo literario y periodístico de Fleet Street.
La propia Ada Jones es un personaje de película.
No se lo pierdan.

domingo, 17 de septiembre de 2006

Lo que verdaderamente ha dicho Benito XVI

A quien le interese leer completa -y no tomar el rábano por las hojas, como interesadamente han hecho algunos, o peor aún, tergiversándola y volviéndola del revés- la lección magistral del Papa en la Universidad de Ratisbona (en donde fue profesor) puede hacerlo aquí. Vïa Marta Salazar.
El título de la Vorlesung es: "Fe, Razón y Universidad. Recuerdos y reflexiones."
Un punto de vista muy crítico con el Papa es el de Eric Gaillot (en francés).
Les cito un párrafo que da idea del tono del artículo:
Le pape vient de trahir les chrétiens en les privant des moyens politiques – l’usage de la violence armée légale - de se défendre contre la menace islamiste. Les chrétiens du Soudan savaient déjà à quoi s’en tenir. Nous avons dénoncé l’attitude de Benoît XVI pendant la guerre du Liban puisqu’il reprenait les accusations portées contre Israël par tous les bien-pensants.
El artículo concluye, recordando las matanzas de cristianos en países islámicos (actualmente), como en Sudán:
La parole, c’est à dire la diplomatie, sont les premiers moyens pour essayer de se défendre. Mais, si ces moyens ne permettent pas d’atteindre les objectifs, le chrétien est dans l’obligation de se défendre par la force et la violence, non pas dans des limites « proportionnées », mais jusqu’à obtenir la victoire décisive de manière à ne pas avoir à recommencer. Défendre la vie, c’est non seulement refuser l’avortement et la pilule, mais c’est aussi prendre les armes pour défendre sa communauté, sa patrie, sa civilisation lorsque tous les autres moyens ont échoué.

Yo, desde luego, no lo suscribo. Pero creo que es un punto de vista interesante, sobre el que merece la pena reflexionar. ¿No estará incurriendo el Papa en el buenismo?

sábado, 16 de septiembre de 2006

Cosas que me moriré sin ver

* La reunificación de la Península en una sola Monarquía, con Lisboa como capital del Reino de España (o Espanha, o Espanya) y sede de la Corona.

* El latín como única lengua oficial de la Unión Europea.

* Dos únicos exámenes en la Universidad: el de entrada y el de salida.

viernes, 15 de septiembre de 2006

El enigma Rojo




No me refiero a la polémica de quién era mejor estratega, si Franco o Rojo, polémica suscitada por el coronel Carlos Blanco Escolá en sus libros La incompetencia militar de Franco (Alianza) o Vicente Rojo, el general que humilló a Franco (Planeta). La polémica sobre el asunto entre los coroneles Carlos Blanco Escolá y Francisco Alamán Castro puede seguirse, por ejemplo, en algunos artículos de la revista El Catoblepas.
Por mi parte, nada perito en cuestiones militares, entiendo que el sentido común nos lleva a ver como imposible la comparación entre Franco y Rojo. Es como sumar peras y manzanas. Franco logró unificar en su persona el mando político y el militar, mientras que Rojo nunca pasó de ser "un técnico", un subordinado, y por tanto sin verdadera capacidad de decisión ni mando sobre todas las fuerzas. No son magnitudes equiparables.
Siempre me he preguntado, y es éste el enigma que me planteo, por el resorte del general Rojo. Por el secreto de su personalidad. Era católico, y hombre, al parecer de acendrada religiosidad. Sin embargo, fue el general de la República que desató una de las mayores persecuciones religiosas de Europa. Las operaciones militares que diseñó prolongaron la duración de aquel régimen... y de la guerra, que sin las contraofensivas que él planificó, pudiera haber acabado mucho antes.
La explicación "oficial" es que fue un militar leal a la República, que fue fiel a su juramento, que defendió al Gobierno legítimo. Nada más.
Es una explicación de color rosa, difícil de creer. El concepto de legitimidad había perdido cualquier funcionalidad desde bastante antes de 1936. La gente combatió en uno u otro bando por una de estas dos razones: o según su ideología y sus convicciones, o según la zona en que la suerte lo puso el 18 de julio.
Rojo era católico. Él mismo se definía como "español, militar y católico". ¿Cómo pudo presenciar impasible la persecución religiosa, el asesinato de gentes sencillamente porque iban a misa o eran sacerdotes o religiosos?
Frente a quienes quieren presentarlo como un militar aséptico, neutral, meramente técnico, son muchos los testimonios que indican su afiliación a la UME, organización decisiva en la preparación del Alzamiento.
Félix Schlayer, en su libro Diplomat im roten Madrid, traducido ahora con tan poca fidelidad como vista comercial como Matanzas en el Madrid republicano en ediciones Áltera, dice lo siguiente:
"Con lágrimas en los ojos, Rojo les aseguró a sus antiguos compañeros [i.e.: los resistentes del alcázar de Toledo, con quienes se entrevistó para negociar su rendición] que pensaba como ellos, pero su mujer y sus seis hijos estaban como rehenes en manos de los rojos, y no le quedaba más remedio que atenerse a tal coacción, pues carecía de valor para dejar matar a los suyos."
Aunque Schlayer no fue testigo directo de la conversación, alguien que sí estuvo, su antiguo colaborador y amigo el capitán Emilio Alamán Ortega, ahora entre los sitiados, contó que Rojo le dijo:
"Me he comprometido con esa gente. No quiero ni debo faltar a mi palabra. A mayor abundancia, tengo mi familia en Madrid; su seguridad depende de lo que yo haga. Pero vosotros resistid sin desmayo. Sois los mejores y ganaréis. Adiós. ¡Viva España!"
El propio Rojo nunca desmintió categóricamente estas versiones, sino que más bien pasó de puntillas por ellas. Sin embargo, para mí no está tan claro que Rojo permaneciera con la República en condición de rehén.
Primero, porque, un alto jefe del ejército, ¿no podía hacerse con un avión, meter en él a su familia y colaboradores más íntimos, y largarse al extranjero?
Segundo, porque la conducta de Rojo no fue la de un subordinado obediente, que se limitara a cumplir órdenes de mejor o peor gana. Fue un creativo, no un gestor.
Tercero, porque ni en el exilio ni tras su vuelta a España entonó palinodia alguna, ni la más mínima autocrítica, ni esgrimió para su defensa la condición de rehén.
Que Vicente Rojo no era meramente un técnico, sino un hombre con pensamiento político propio, da cuenta su abundante obra escrita en el exilio, édita e inédita.
En su libro Momento español, de enero de 1946, encontramos afirmaciones sorprendentes. Por ejemplo, ésta:
"Admito la posibilidad de ser llamado algún día a desempeñar una función de responsabilidad rigiendo los destinos de mi pueblo..."
¿Se veía como futuro jefe de gobierno? Por si acaso, ésta era su propuesta, no menos sorprendente viniendo de un general supuestamente "republicano":
"Mi fórmula es ésta: Monarquía instaurada por la voluntad nacional y con base eminentemente popular, porque como régimen monárquico implica la reaparición de un órgano recotr situado al margen de la discordia española, porque por su fundamento nacional y sus raíces históricas puede restablecer la continuidad rota en la vida de nuestras instituciones y porque con una actuación imparcial y justa puede devolver la paz espiritual y material a los españoles, cosa imposible de lograr por el régimen franquista y por los republicanos."
Su nieto, José Ángel Rojo, cuenta que entre sus papeles hay algún boceto en el que habla de "comunismo cristiano", aunque por desgracia no se explaya mucho más.
¿Era ésa la fórmula del general? ¿El "comunismo cristiano"? No lo sabemos.
Para mí, Vicente Rojo sigue siendo un enigma. Quizás porque cualquier vida es un enigma. Casi siempre insoluble.

miércoles, 13 de septiembre de 2006

Chaqueteros y conversos

[La conversión de San Pablo, por Murillo. Museo del Prado]

Hay gente que nunca cambia, que se mantiene fiel hasta el final a sus convicciones juveniles. Pero hay otros muchos que experimentan cambios, metamorfosis, dolorosas a veces, transformaciones traumáticas y decisivas.

Y no me refiero, como es natural, a los que mudan de opinión o de convicciones por interés egoísta, por conveniencia, por oportunismo. Esos son aquellos a los que el pueblo mira con tanto desprecio, y con razón, llamándoles chaqueteros. Esos que ahora, con la boga del eufemismo para todo, llaman, de manera más cursi y menos gráfica, transfugas (no estoy seguro de dónde acentuar esta palabra).

A los que me refiero, por supuesto, es a aquellos que, en un momento dado, revisitan su pasado, someten a un duro examen sus ideas y ciernen con un colador muy fino sus creencias. Y deciden que estaban (más o menos) equivocados. Que la verdad estaba en otra parte. Quizás justo enfrente.

Yo he oído muchas veces a gentes que me decían que ellos ya eran comunistas “desde que estaban en el vientre de su madre”. Y también he oído muchas veces la expresión, acusadora, of course, de “fascista biológico”. He mirado siempre estas declaraciones con mucha desconfianza. Me han parecido siempre un desagradable revoltijo de las ideas con las vísceras, o de la gimnasia con la magnesia. Vamos, de la biología con la ideología. Habrá quien piense que el hombre piensa lo que piensa según lo que coma, o según los genes, o según sus intereses. Yo tengo para mí que el pensamiento es libre, y que se explica mal, o no se explica en absoluto, acudiendo a estos determinismos reduccionistas. Las cosas son más complicadas. O más sencillas, según se mire.

Si echamos la mirada atrás, lo que vemos es que la historia está llena de conversos. Desde el mismísimo San Pablo o el mismísimo San Agustín hasta Edith Stein, o Chesterton, o Newman, o Péguy, o Claudel, o Bloy…

Estas metamorfosis no se reducen a lo religioso, sino que se extienden a lo filosófico, a lo literario, a lo político.

Ha habido (¡muchísimos!) comunistas que se han hecho anticomunistas (y, por cierto, de los más beligerantes). Ha habido (¡muchísimos!) aristócratas y multimillonarios que se ha hecho comunistas.

Luis Alberto de Cuenca dejó un día de escribir a lo novísimo y se puso a componer poemas como si fuesen bocadillos de cómics con notable éxito de crítica y público.

¿Cuántos cambios no dio José Martínez Ruiz? Penduló del anarquismo al maurismo, del republicanismo al franquismo. Eso sí, sin inmutarse. Fue muy longevo Azorín.

Julio Camba no fue siempre el conservador escéptico que ha congelado su retrato más conocido como residente varado en el Palace. En su juventud rozó el atentado con bomba.

Las piruetas de mi amigo Jon Juaristi (que no son piruetas, sino ejercicios de equilibrio moral) las cuenta él mismo en sus memorias, tituladas Cambio de destino.

Los de mi quinta (gentes nacidas en los cincuenta, con la cartilla de racionamiento recién suprimida y los primeros seiscientos en la calle) nos educamos en una serie de tópicos que alegremente abrazamos la mayoría. Y no se crea que irresponsablemente, no. Muchos nos quemábamos las cejas en el desciframiento de tochos indesentrañables. Éramos muy serios y muy tontos. Y también bastante ignorantes.

Quizá fue mala suerte. En vez de leer a Pascal, leíamos a Althusser. En vez de a San Agustín, a Marcuse y a Wilhelm Reich. Y en vez de a Popper, pongo por caso, descifrábamos, o intentábamos descifrar, a Georg Lukács (y lo pongo también por caso, especialmente en el mío) o a Karel Kosik. Eso cuando hilábamos fino, que algunos se contentaban con los Conceptos elementales del materialismo histórico de Marta Harnecker (por cierto, otra conversa: del catolicismo al marxismo) o con el manualito estalinista de Georges Pulitzer. (No dudo de que la mayoría de mis lectores se preguntarán: ¿Y éste quién es? -No importa).

Yo veo que hay gentes de mi generación (cuánto odio esta palabra, generación) que se han mantenido sobre poco más o menos en el mismo carril. También veo a gentes mucho más jóvenes que quizás tampoco se vean obligados a cambiar de sentido, porque han tenido más suerte. También he visto viejos que se han arrepentido de lo que quizás nunca tuvieron que arrepentirse.

No digo más. Que esto es un blog, no un libro.

Quizás Dios ha puesto a caminar a algunos por un camino real, y a otros los ha enviado por trochas zigzagueantes, por callejones pedregosos, por fragosidades laberínticas. Él sabrá por qué. Los caminos del Señor son inexcrutables.

Lo que importa es llegar a la meta con la camisa limpia. Vieja o mudada. Pero limpia.

lunes, 11 de septiembre de 2006

Habla, memoria

El Rey Mago y su elefante (Pre-Textos) es una pequeña joya, una diminuta maravilla. Digo lo de pequeña y lo de diminuta por su escenario breve y concentrado (Zufre, Sevilla...) y porque el protagonista es un niño, o la memoria de un niño. Y también porque los que se relatan son hechos menudos de gentecillas, en su mayoría, perfectamente anónimas.
Son los recuerdos de una infancia en un pueblo de la sierra, entre el inicio de la guerra civil y su terminación.
En lo pequeño está lo grande.
Todo un mundo perdido. Todo un mundo salvado. Gracias a la memoria prodigiosa y al impagable arte literario de Aquilino Duque.
Era una de las obras en prosa de Aquilino que me quedaban por leer. Y me alegro de tenerla ya léida. Y en la memoria.

sábado, 9 de septiembre de 2006

El lector hembra



Allá por los tiempos del estructuralismo se puso de moda la expresión "lector-hembra". Se quería designar con ella al lector pasivo, que se limitaba a leer y disfrutar la historia, dejándose llevar por el narrador. No la inventó sin embargo ningún crítico, sino Julio Cortázar, cuya novela Rayuela se convirtió en prototipo de texto que necesitaba y exigía de la participación activa del lector, que se convertía así en coautor. Pero enseguida la expresión hizo fortuna y se la apropiaron y usaron muchos críticos, profesores y estudiosos. Con todo, el argentino tuvo que cantar la palinodia ante las críticas que le llovieron desde sus muchas lectoras.
Ahora que, felizmente, hemos vuelto a la narratividad pura y dura, por así decir, estas cosas nos parecen absurdas. La cosa es que ya lo eran en aquellos tiempos.
Identificar a la hembra con la pasividad es, o no conocer a las hembras, o no conocer en verdad en lo que consiste la pasividad del lector. O las dos cosas.
Porque todo lector es un ocioso, sí, pero no en el sentido de que carezca de vida laboral, de que no le acucie la agenda o sus días no estén llenos de trabajos. Pero el momento de la lectura es un momento de ocio. Cuando leemos, suspendemos toda otra actividad. Nos entregamos a la obra que leemos. Nos dejamos empapar por la lluvia. Y nos recreamos, nos volvemos a crear.
¿Pasividad? Tal vez, pero no la de la piedra.
Y, por supuesto, el lector tiene siempre la última palabra. O sigue leyendo, o cierra el libro. Confieso que yo nunca pude terminar Rayuela.

viernes, 8 de septiembre de 2006

Melchor Rodríguez, castigado sin calle

Sorprende que en estos tiempos de memoria histórica, o histérica, o histriónica, nadie se acuerde de Melchor Rodríguez (1893-1972). En Sevilla, su ciudad natal, otros dirigentes republicanos cuentan con calles o plazas (también existe la calle Carlos Marx). Pero Melchor Rodríguez, no. Ahora le quieren quitar el nombre tradicional a una céntrica plaza para renombrarla de "Indalecio Prieto". Pero de Melchor Rodríguez, ni mu. Y era sevillano, y anarquista. Tampoco tiene calle en Madrid, ni parece que la vaya a tener.
Y es que el caso de Melchor Rodríguez es un ejemplo incómodo. Demuestra que bajo cualquier régimen, en cualquier circunstancia, incluso desde cualquier ideología, el hombre puede discernir entre el mal y el bien, entre la justicia (por muy discutible que ésta sea) y el crimen, y que puede decidir de qué parte se pone.
Pero lo más grave no es que Melchor Rodríguez no tenga una calle dedicada. Lo peor es que, al menos que yo sepa, aún no se haya escrito la gran biografía que merece. Que nos merecemos los españoles, si de verdad no queremos ser desmemoriados.

martes, 5 de septiembre de 2006

También es curioso...

que Dámaso Alonso vaya, por el momento, el tercero. Teniendo en cuenta que la estructura de la encuesta es simplificadora (como todas las encuestas, como todas las estadísticas), quiere decir que hay quien considera que Dámaso es el poeta más importante de su generación, muy por encima de los demás, que pueden ser estimables, pero no fundamentales.
Y yo no digo ni que sí ni que no, pero me llama la atención. No me lo esperaba.
En fin, veremos.

Pascal y los progresistas



La Religión Oficial de la Modernidad (ROM) nos manda que creamos ciegamente en el Progreso. Así, quien no se considere progresista será un bicho raro, un hombre a redropelo y a contracorriente, un iluso y un obtuso.
Pero en el progreso no hace falta creer, porque, sencillamente, es una evidencia. Enfermedades que no se curaban, ahora se curan; distancias que exigían meses, ahora se recorren en horas, etc., etc.
Pero el único progreso evidente, innegable, es el progreso material. En lo moral, el hombre sigue como al principio de los tiempos. Las guerras, los crímenes, las crueldades, la estupidez o la locura, ahí siguen, quizás más atroces porque disponen de más medios.
Este mismo progreso técnico se usa lo mismo para el bien que para el mal: gran invento internet, pero enseguida hubo quienes se dedicaron a fabricar virus y a distribuirlos para infectar la red, para causar daños, para joder. Un ejemplo nimio, entre otros más graves y terribles.
Luego el progreso es innegable, pero es también relativo.
Y siempre tiene un precio, una contrapartida, un conque.
Qué bueno que tengamos automóviles, pero la contaminación, el ruido, los atascos, los aparcamientos (imposibles), los accidentes...
Qué bueno que ahora todos comamos pollo, aunque el pollo ya no sepa a pollo, ni a nada...
Qué bueno que la ciencia médica nos haya alargado la vida, pero, salvo unos cuantos privilegiados por la naturaleza (por la naturaleza, no por la ciencia), a ver cómo pasamos el último tramo, si en la cama, en el hospital o en el asilo. Rodeados de nietos, seguro que no.
Sin contar los errores del propio progreso: recuérdese el caso de la talidomina en Alemania.
Se dice que con el progreso disfrutamos de más tiempo libre. Me permito dudarlo, cuando menos. Tengo la sensación de que ahora vivimos más agobiados y estresados: no hay tiempo para nada.
En fin, que el progreso material es innegable, relativo y, a veces costosísimo. Del otro, del moral, ni hablemos. Porque sería como hablar de nada.
Van pasadas más de tres centurias desde que lo advirtiera Pascal, experto in utroque (quiero decir, en invenciones y en moralidades):
"Las invenciones de los hombres van avanzando de siglo en siglo. La bondad y la malicia del mundo son, en general, las mismas."

Del siglo XVII al siglo XXI, el diagnóstico no ha hecho más que confirmarse.
Pero aún hay gente que espera del progreso no sé qué.

lunes, 4 de septiembre de 2006

De las cosas que dejó dichas Inocencio Herrero

Dicho por Innocence Smith (o Inocencio Herrero), el protagonista de Manalive (Hombre vivo), la novela de Chesterton, según el testimonio de un jefe de estación ruso:

“—De lo que me ha convencido —dijo con los mismos ojos soñadores— es de por qué está tan mal de verdad y es tan peligroso para un hombre huir y abandonar a su mujer.

—¿Y por qué es peligroso? —inquirí.

—Pues porque ya nadie puede encontrarle —replicó aquel extraño personaje—, y todos deseamos ser encontrados.”

viernes, 1 de septiembre de 2006

¿Violencia de género o crimen pasional?


Un hombre dispara con una escopeta de caza a su mujer y a su hija, y después intenta suicidarse. Ocurrió en Osuna, provincia de Sevilla.

Según la Consejera de Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, la única solución para estas mujeres acosadas es ingresar en una casa de acogida. Y esto lo dice sin pestañear, después de que el gobierno haya aprobado a bombo y platillo una nueva ley de “violencia de género”. Curiosa solución que consiste en que la víctima se encierre y el verdugo ande suelto. Curiosa confesión de impotencia.

Quizás nos estamos equivocando en el diagnóstico, empezando por darle un nombre incorrecto a la patología. "Violencia de género".

Esto de la “violencia de género”, de la que los telediarios nos dan casi cada día el frío contador (“ya van treinta…, ya van cuarenta…, ya van cincuenta mujeres asesinadas en lo que va de año”) es lo que antiguamente, cuando se publicaba El Caso, que era tal vez el semanario más popular después del Marca, se llamaba “crimen pasional”.

Y es lo que es este fenómeno, en nada nuevo sino por la cantidad, en aumento continuo e incesante. Crímenes pasionales. Por el desbordamiento incontrolado de las pasiones.

¿No será que, efectivamente, cuando las pasiones se desatan, cuando carecen de todo freno, se llega también, por lógica implacable, hasta el asesinato?

La gente lo que ha hecho es tomarse al pie de la letra (y recordad, aunque este hombre fuera analfabeto, las ideas viajan por el aire) las prédicas de los sacerdotes de la Religión Oficial de la Modernidad (ROM): nada de represión, nefanda palabra, nada de autocontención, el YO antes que nada y sobre todo, el hedonismo como modelo de vida, el sexo como absoluto pero nada más que como sexo y como placer, el destierro de Dios ("Si Dios no existe, todo está permitido..."), la relativización de la familia, estirable, hinchable, dinamitable…

La pasión no debe tener freno, el bien y el mal no existen, y la pasión acaba por creérselo, y saca sus conclusiones.

Y luego esta manía de oponer varones y mujeres, como enemigos... enemigos iguales, cuando no lo son, pues el hombre siempre ha tenido el deber de proteger a la mujer. Ahora ya no debe protegerla su marido, sino la casa de acogida. Parece que el varón se ha liberado rápido de este deber.

El parricida de Osuna se lo dijo a uno de sus hijos, después de matar a su esposa y a una hija (embarazada de cuatro meses), y antes de descerrajarse un tiro en la cara: “Ahí tenéis vuestra herencia.” Sí, triste herencia la que los filósofos de la ROM –mientras peroran en la universidades de verano sobre la “violencia de género”— están dejando a todos nuestros hijos.

De una cosa podemos estar seguros: ni los políticos, ni los maestros (éstos, menos que nadie), ni los jueces, ni los policías resolverán este problema. En cuanto a las feministas, no harán más que agravarlo, a fuerza de malentenderlo y tergiversarlo.

Se trata de la moral, estúpidos.

[Coda: sé que en esta nota no abordo toda la complejidad del problema; me limito al punto que considero esencial; pero es cierto que habría mucho más que decir, mucho más que excavar bajo la superficie de los titulares.]

Otra visión del asunto en el blog de Javier Caraballo.

Paradoja sobre el tabaco

Según las estadísticas, España es el país más longevo de Europa.
Según las estadísticas, España es el país más fumador de Europa.
Átenme esa mosca por el rabo.